Contrario a lo que piensan los maduristas, la salida del actual presidente de la República luce cada vez más inminente. De hecho, las medidas económicas que está anunciando el gobierno referidas a “bajar” los precios de algunos productos parecieran el capítulo final antes de que el país termine de implosionar en lo político y social.

En tal sentido, si llegaran a concretarse tales “acuerdos”, solo habrá dos acciones que serán ejecutadas en la praxis. Volveremos a ver aquellas colas kilométricas de personas intentando encontrar el producto “regulado” o de “precio acordado”, al cual solo tendrán acceso las mafias paralelas de la economía; es decir, los bachaqueros, razón por la cual, esos productos terminarán desapareciendo de los anaqueles, y sus precios se multiplicarán por 3, 4, 5 o 10 veces más de los que supuestamente sería inicialmente fijado en relación con su valor.

En otras palabras, es iluso pensar que en lo sucesivo podremos encontrar comida con precios por debajo de su costo, máxime cuando hemos visto el fracaso de tales medidas como, por ejemplo, hablar del cartón de huevos. Su precio de “regulación” continúa siendo de 420 bolívares y hoy su costo es superior al de una cisterna de 36.000 litros con gasolina de 91 octanos, cuyo valor es de 1 bolívar por litro.

Asimismo, es precisamente la gasolina otro de los factores que va a terminar por hacer implosionar el gobierno de Maduro. Han podido con muchas dificultades mantener el suministro de combustibles de manera irregular en varios estados; incluso hasta la capital de la República se ha visto afectada por la escasez del líquido que mueve los vehículos y el transporte del país, pero en cualquier momento del corto plazo esa crisis no podrá ser controlada sin que se genere un desproporcionado y gigantesco déficit de distribución en las estaciones de servicio.

Es muy probable que tanto la escasez de los productos con “precios acordados”, agravados con una hiperinflación que no permita adquirir ni lo más básico para comer, como la ausencia de combustible desaten no solo la ira social, sino que vendrá un colapso de los servicios públicos en la distribución de agua y suministro de energía eléctrica, todo lo cual será complementado con la paralización forzada del transporte público, que ha sido anunciada por los propios responsables de esta actividad.

Si a esto le sumamos que, de haber una avalancha electoral en los próximos comicios de gobernadores, o sea, que el pueblo saliera a votar en más de 70%, el madurismo perdería 19 estados o cuando menos de 12 a 13 gobernaciones, en caso de que la abstención fuera de entre 40% y 60%, el poder político de Maduro no solo se vería seriamente afectado, sino que su “constituyente” quedaría deslegitimada porque no sería posible justificar cómo obtuvieron “8 millones de votos”. Verbigracia, la mentira electoral no solo luciría al desnudo, sino que tendrían que renunciar de inmediato en sus ilegítimas funciones porque el pueblo estaría dando una orden en el plano del mandato popular.

Por cierto, la suspensión del “diálogo” que ha anunciado la oposición con el gobierno, supuestamente porque este último no habría cumplido con algunos puntos de la agenda, pudiera generar dos efectos. El primero, incumplir con la liberación de presos políticos, la persecución contra factores adversos al madurismo; así como la negativa de establecer puntos de acuerdos ante la grave crisis económica y social. El segundo pudiera ser una excusa para el gobierno, bien para terminar de radicalizarse, afirmando que la oposición “apátrida” ha generado un bloqueo económico y financiero en contra del país desde el exterior, en consecuencia, inhabilitar a través de la “constituyente” a la mayoría de candidatos opositores para las elecciones regionales, o en su defecto suspenderlas, alegando que no están dadas las condiciones políticas debido a las sanciones internacionales, y con ello evitar una inminente derrota en el plano electoral.

Se acerca la salida de Maduro del poder, salvo que negocie el cronograma electoral de los comicios presidenciales para 2018, antes de que toda esta crisis de manera combinada lo haga cesar en sus funciones, so pena de que se origine la quiebra total de Venezuela.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!