Brian de Palma vuelve al cine y con ganas de retratar a quien fuera uno de los productores más importantes y de renombre en Hollywood: Harvey Weinstein. Los casos de acoso y abuso sexual por los que ha sido acusado por diversas mujeres –y que dieron paso al movimiento #MeToo a nivel mundial– han inspirado al responsable de Carrie (1976), Scarface (1983) y Carlito’s Way (1993) a escribir las primeras líneas del guion de una película basada en esos acontecimientos.

De Palma aseguró al diario francés Le Parisien que su nuevo proyecto cuenta con el respaldo por un productor galo, pero que el personaje no llevará el nombre de Harvey Weinstein. “Sí les puedo adelantar que será un título de terror, con un agresor sexual, y sus escenas discurrirán en la industria cinematográfica”.

El realizador de 77 años de edad dijo que trabajando en Hollywood también fue testigo de cómo muchas mujeres sufrían violencia sexual de forma habitual. “Vi cómo ocurría ese tipo de abusos, durante todos esos años oí historias. Siempre reaccioné airadamente cuando alguien hacía esas cosas (…). Como director debes ganarte la confianza de tus actrices y violar esa confianza es la peor cosa que se puede hacer”, manifestó.

Se trata de un tema que será objeto de otras adaptaciones cinematográficas, como la que realizará la compañía

Plan B, de Brad

El artista guiará hoy una visita, a las 3:00 pm, en la Sala TAC

Pitt, responsable de 12 años de esclavitud, o la que pretende hacer Anapurna Pictures, que está detrás de títulos como La noche más oscura y El hilo invisible.

Brian de Palma se encuentra en etapa de posproducción de su nuevo trabajo titulado Domino, que cuenta con la actuación de Nicolaj CosterWaldau, quien en la serie Game of Thrones da vida a Jamie Lannister. La película, que se estrenaría a fin de año, narra la historia de un policía danés que busca vengar la muerte de un compañero. Será el primer filme del director luego de cinco años de descanso.

El cineasta, que está en Francia para presentar su primera novela ¿Son necesarias las serpientes?, escrita junto con Susan Lehman, y para asistir a una retrospectiva de su trabajo en la Cinemateca de París, también se refirió a plataformas audiovisuales como Netflix. Afirmó que no quiere trabajar para ese formato porque necesita la gran pantalla ya que se considera “un estilista visual”.

Fue muy crítico con Hollywood, estudio del que dijo que “las películas de dinosaurios y superhéroes son solo para niños, no permiten hacer filmes serios”. como el ojo de una sociedad en ebullición. “Fue una especie de comunicación de una realidad circundante vista a través de una cámara fotográfica”, asegura.

El fotógrafo, que hoy a las 3:00 pm acompañará a los espectadores en una visita guiada por su exposición, encontró una forma de conservar la memoria de los cambios que ocurrían en un país que dejaba de ser rural. Usó su cámara para que las historias no quedaran en el olvido.

“Todas las fotografías son del siglo XX y todas son en blanco y negro. Esa es la imagen del proceso social de un país. Se trata de alcanzar lo máximo posible. Cómo se expresaba y cómo era la sociedad venezolana a través de la fotografía”, dice el artista, que además es autor del libro Daniel Gonzalez. El ojo de la ballena.


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