Carlos Oteyza, cineasta e historiador de 70 años de edad, verá finalmente en salas españolas un trabajo suyo. Se trata de El pueblo soy yo, un documental cuyo subtítulo: «Venezuela en populismo», explica sus intenciones y es una disección de cómo y por qué Hugo Chávez es el responsable de la realidad actual del país.

Formado en París, Oteyza lleva 40 años analizando la vida de su país, Venezuela, donde nació, vive y trabaja, tanto con cine de ficción, con cintas como El Escándalo (1987), sobre un caso real de corrupción y espionaje dentro de la industria petrolera nacional, como en una serie de documentales.

De hecho, explicó el director en una entrevista con EFE, habría que empezar a contar la historia en los años 80.

«Entonces había tanto dinero que pensamos que saldríamos del tercer mundo y entraríamos en el primero; esos dinerales, que vuelven locos a los futbolistas, también enloquecen a un país porque sus gentes creen que son ricos. Solo tuvimos dinero y lo gastamos, no lo invertimos».

Así empieza el documental El pueblo soy yo. Venezuela en populismo, con imágenes reales inéditas de los años de bonanza, para recorrer después los 14 años del gobierno de Chávez hasta los momentos actuales con Nicolás Maduro, una realidad de la miseria que ha expulsado a cerca de tres millones de personas.

Apoyado en testimonios de intelectuales e investigadores «de posición crítica pero que no vierten en la película», aclara Oteyza, -de Enrique Krauze a Loris Zanatta, pasando por el biógrafo de Chávez Alberto Barrera Tyszka, o la escritora Ana Rosa Torres- Oteyza no quiere «dar soluciones», ni siquiera analizar políticamente su situación actual.

«Es un toque de atención, una provocación a una mirada reflexiva que ayude a entender el proceso que nos ha llevado a esta tragedia que vive Venezuela», apuntó.

Y alertó que cualquier democracia que sufra una crisis económica grave puede devenir en populismo. «El populismo está aquí, en Europa, no sólo en América Latina, acechando. Y esto no cambiará hasta que no aceptemos que hay una crisis de las democracias».

Las nuevas realidades, explicó, impactan en la gente que empieza a no sentirse representada y así surgen los líderes carismáticos que saben hablar bien en la tele. En Venezuela las consecuencias han sido aterradoras.

La diáspora, el desabastecimiento, los sueldos de 30 dólares al mes de las clases medias, el inmovilismo político de Nicolás Maduro, la intervención de los medios de comunicación y la desintegración de las instituciones: esas son las consecuencias del populismo.

Oteyza explica en cinco partes las condiciones que permitieron que un golpista saliera de la cárcel para ser presidente de la república: su «enamoramiento» con el castrismo, cómo se deshizo de las instituciones y el tremendo desengaño de la gente.

Capítulo aparte merece la intervención en este proceso de «españoles que estuvieron en Venezuela cuando el barril del petróleo estaba a 100-110 dólares. Eso duró algunos años, pero esos asesores se volvieron para España sin pensar que esos precios del petróleo no durarían siempre, y todo se vino abajo», explicó Oteyza.

«Cuando uno ve el país hoy, ve que aquello fue espuma; era un momento ideal para dar discursos bonitos. Aquellos españoles pensaron que estaban modelando una nueva forma de gobernar en el siglo XXI», dijo en referencia a algunos dirigentes de Podemos, entre ellos, Juan Carlos Monedero.

«Pero se volteó la tortilla. Lo que parecía un modelo se convirtió en un dolor. Es importante que en España tengan esto claro», advirtió, porque «estos líderes tratan siempre de convencer de que todo el problema se basa en la corrupción y eso es una manera de tomar luego la constitucionalidad», como pasó en Venezuela.

El documental se estrenará el viernes 11 de octubre en las salas de cine españolas.


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