Submergence, una peculiar historia de amor dirigida por el realizador alemán Wim Wenders y protagonizada por Alicia Vikander fue la cinta encargada de inaugurar el Festival de Cine de San Sebastián, donde compite por la Concha de Oro.

En parte historia romántica y en parte thriller ecologista, Submergence narra la historia de una científica, interpretada por Vikander, que quiere comprobar el origen de la vida en las profundidades del mar y así conoce, por causalidad, a un espía, personificado por el escocés James McAvoy, que lucha contra el yihadismo.

“Es una historia romántica construida en una forma intelectual”, dijo en rueda de prensa Vikander, ganadora en 2016 del Óscar a la Actriz de Reparto por La chica danesa, y que ahora se prepara para reemplazar a Angelina Jolie como la heroína de videojuegos Lara Croft en la gran pantalla.

El filme de Wenders intenta abordar el tema del terrorismo de una manera seria y sin prejuicios. “Algo del problema fue creado por nuestra propia civilización y tiene que ver con el desequilibrio entre pobres y ricos. Declarar la guerra al terrorismo en 2001 fue lo mejor que le pudo pasar a los grupos terroristas, realmente creamos un monstruo”, afirmó el realizador.

En el festival compiten en la selección oficial dos películas argentinas: Alanis, de Anahí Berneri, y Una especie de familia, de Diego Lerman. La familia, de Gustavo Rondón, forma parte de la sección Horizontes Latinos. La primera proyección en ese certamen de esta producción venezolana será el 27 de septiembre.


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