La categoría de mejor director en los Óscar tiene muchísimo sabor mexicano en los últimos años gracias a Alejandro González-Iñárritu, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, que tratará, en esta ocasión con Roma, de extender la era dorada de México en este prestigioso apartado de los premios.

“Los tres amigos”, como se les conoce coloquialmente, se llevaron las estatuillas a mejor director en cuatro de los últimos cinco años con los triunfos de Cuarón en 2014 por Gravity, de Iñárritu en 2015 y 2016 por Birdman y The Revenant, y de Del Toro en 2018 por The Shape of Water.

Para que la buena racha mexicana continúe, Cuarón tendrá que imponerse a una lista de nominados que destaca por su colorido internacional y por la ausencia de mujeres: el polaco Pawel Pawlikowski (Cold War); el griego Yorgos Lanthimos (The Favourite) y los estadounidenses Spike Lee (BlacKkKlansman) y Adam McKay (Vice).

ALFONSO CUARÓN, DE ROMA AL CIELO

Cinco años de silencio desde Gravity (2013) han valido definitivamente la pena para Alfonso Cuarón (Ciudad de México, 1961), que con Roma no solo ha firmado su proyecto más personal sino que ha logrado convertirse en uno de los indiscutibles fenómenos cinematográficas de la temporada.

Al frente de esta película en todos sus recovecos, la dirección de Cuarón en Roma brilla por su maestría a la hora de conjugar todos los elementos del lenguaje cinematográfico, desde los planos secuencia a la configuración de espacios tanto íntimos como multitudinarios.

Ganador del Óscar a mejor director por Gravity, Cuarón llega lanzado con Roma tras recibir los galardones a mejor dirección en los Globos de Oro y los Bafta.

Aunque la mejor señal de sus posibilidades es, quizá, haberse llevado el premio del Sindicato de Directores (DGA), un oráculo bastante fiable puesto que en nueve de los últimos diez años los cineastas que triunfaron en los reconocimientos de esa organización se alzaron también con la victoria en los Óscar.

SPIKE LEE, UN NOVATO CON MUCHA EXPERIENCIA

Parece mentira que un clásico del cine estadounidense como Spike Lee, dueño de una poderosa carrera marcada por el compromiso con la cultura afroamericana, no hubiera recibido hasta este año ninguna nominación a los Óscar como mejor director.

El momento llegó por fin para Lee (Atlanta, EE UU, 1957) con BlacKkKlansman, la insólita historia de un policía negro que logró infiltrarse en las filas del ultraconservador y racista Ku Klux Klan y que permitió al realizador trastear con el drama y la comedia y coquetear, en ciertos momentos, con el “blaxploitation” (movimiento cinematográfico de los setenta protagonizado por afroamericanos).

Aunque nunca se ha llevado una estatuilla, el responsable de cintas como Do the Right Thing (1989) o 25th Hour (2002) sí tiene un Óscar honorífico de la Academia por su brillante trayectoria.

ADAM MCKAY, EL RIDÍCULO DE LA POLÍTICA

Tras atreverse en The Big Short (2015) a narrar de forma irónica y mordaz el inicio de la Gran Recesión, Adam McKay ha recibido ahora la segunda nominación a mejor director de su carrera gracias a su mirada sarcástica a la política y al exvicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney en Vice.

Los inicios cómicos de McKay (Philadelphia, EE UU., 1968) en películas como Anchorman: The Legend of Ron Burgundy (2004) se dejan notar en su estilo juguetón como realizador, donde son abundantes los guiños irónicos, los insertos o el cruce de géneros.

McKay ya sabe lo que es llevarse a casa una estatuilla puesto que por The Big Short ganó el Óscar al mejor guion adaptado por su labor junto a Charles Randolph.

YORGOS LANTHIMOS, UN HETERODOXO EN HOLLYWOOD

Nombre fijo de los festivales de cine más prestigiosos en los últimos años y responsable de una filmografía tan heterodoxa como aplaudida, el cineasta griego Yorgos Lanthimos acudirá a la ceremonia de los Óscar con su primera nominación como mejor director bajo el brazo gracias a The Favourite.

Lanthimos (Atenas, 1973) entró como un ciclón en el circuito de la gran pantalla con la surrealista y sorprendente Kynodontas (2009) y, posteriormente, fue subiendo escalones en la industria hasta codearse con estrellas de Hollywood como Colin Farrell y Rachel Weisz en The Lobster (2015) o Nicole Kidman en The Killing of a Sacred Deer (2017).

La tendencia continuó con The Favourite, un drama de época, y su primera película sin un guion firmado por él, en el que se apoyó en un excelente trío femenino protagonista: Olivia Colman, Rachel Weisz y Emma Stone, todas ellas nominadas al Óscar por sus interpretaciones.

PAWEL PAWLIKOWSKI, AMOR IMPOSIBLE EN BLANCO Y NEGRO

Con Ida (2013) ya recibió la estatuilla a la mejor película en lengua extranjera, así que el aclamado cineasta polaco Pawel Pawlikowski pisará terreno conocido en estos Óscar donde Cold War cuenta con tres nominaciones: mejor director, mejor fotografía y mejor filme en lengua no inglesa.

Con un espléndido blanco y negro y una historia de amor imposible, Cold War maravilló en certámenes como el Festival de Cannes, donde Pawlikowski (Varsovia, 1957) se hizo con el premio al mejor director.

Cold War narra la historia de Zula y Wiktor, una cantante y un director de orquesta que se enamoran pero que quieren llevar dos vidas muy diferentes: ella quiere permanecer en Polonia, pero él desea huir de las prohibiciones y la falta de libertad de su país.


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