Seis lanzadores han sido dueños del liderato de victorias de todos los tiempos entre pitchers venezolanos en las Grandes Ligas.

La marca absoluta, por los momentos, es 156 y está en poder de Freddy García y Félix Hernández, quien le dio alcance al caraqueño esta semana. Y si se ve con humildad, es una marca relativamente discreta, que refleja el hecho de que, antes de este siglo, la expedición nacional tuvo muy pocos exponentes del montículo en las Mayores.

El nicaragüense Dennis Martínez ocupa el tope de América Latina, con 245. Bartolo Colón está muy cerca de la cima entre los dominicanos, en poder del legendario Juan Marichal, con 234 por 243 de su predecesor. Luis Tiant es el más prolífico entre los cubanos, con 229. Pero aunque todavía no haya criollos sobre los dos centenares, la realidad ha ido cambiando con el discurrir del tiempo.

El Patón Carrasquel abrió la cuenta. Cada triunfo suyo, entre 1939 y 1949, sirvió para dejar un récord. Durante décadas fue el único serpentinero del patio en la gran carpa, y se mantuvo arriba incluso cuando comenzaron a aparecer sus primeros émulos, de Ramón Monzant a Manuel Sarmiento. Se retiró con 50 lauros. Más que bien para ser un precursor.

A Luis Leal le tomó menos tiempo que a Carrasquel. Este lo hizo en ocho temporadas y 248 encuentros, mientras que aquel lo hizo en seis campeonatos y 165 apariciones, entre 1980 y 1985.

La razón fundamental está en el hecho de que el larense fue el primer abridor a tiempo completo que tuvo Venezuela en el largo término. El Patón se alternó entre ese rol y el bullpen. El barquisimetano, en cambio, apenas vino en relevo 14 veces, lo que en parte explica la admiración que los aficionados de esa época sentíamos por él.

Leal superó a Carrasquel con su último éxito, hace 32 años. Como todos los otros, fue con el uniforme de los Azulejos de Toronto, una escuadra modesta en aquel tiempo.

No tardó mucho en caer esa marca de 51. Una nueva generación de abridores venezolanos irrumpió en la MLB, con brazos como Felipe Lira, Géremi González, Oswald Peraza y Dilson Torres. En ese grupo sobresalió Wilson Álvarez, que dio un paso más allá respecto a sus compatriotas: apartando el rato que Lira lo fue con los Tigres de Detroit, Álvarez se convirtió en el primer número uno con todas de la ley en la embajada nacional.

El marabino llegó a ser el zurdo mejor pagado del beisbol, cuando firmó ese contrato fantástico con los Rays de Tampa Bay, en 1998. Para su pesar, y el de todo un país que seguía sus pasos, fue atacado por las lesiones y no volvió a ser el mismo. Terminó siendo swingman y, más que todo, relevista, con los Dodgers de Los Ángeles.

Álvarez superó las 51 de Leal en 1996 y se despidió con 102 en 2005. García apareció entonces, en 2006, para adueñarse del registro y comenzar un toma y dame con Johan Santana. El Gocho le arrebató el récord en 2009, cuando el Jefe perdió impulso, debido a una operación en el hombro, y cedió después el paso, cuando él mismo tuvo que entrar al quirófano.

Qué lejos se ven hoy las 50 del Patón o las 51 de Leal. Llegaron a ser una meta casi inalcanzable entre sus compatriotas y, sin embargo, hoy lucen como cifras discretas.

El Rey Félix superará pronto las 156 victorias que hoy le tienen igualado con García. Está destinado a ser el primero sobre 200. Corren nuevos tiempos en la expedición nacional.

@IgnacioSerrano

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