El 10 de mayo comienza en Caracas “Todo Polanski”, un ciclo en el que se exhibirá una selección de películas del director polaco Román Polanski, célebre por su cine perturbador capaz de causar repulsión o agitarte los nervios.

Entre estas cintas se encuentra Lunas de Hiel protagonizada por Peter Coyote, Emmanuelle Seigner, Hugh Grant y Kristin Scott Thomas.

Lunas de hiel (Bitter Moon, 1992) es una de sus cintas más conocidas,  sobre todo por el escándalo que rodeó su estreno, su prohibición y la censura de la que fue objeto en algunos lugares del mundo debido a su alto contenido sexual.

Sin embargo, más allá del erotismo, en esta cinta el sexo es solamente la fachada de asuntos más profundos y escabrosos.

La película propone temas que se repiten a lo largo de la filmografía de Polanski, en este largometraje podemos apreciar el carácter desmesurado que usualmente poseen sus personajes, la falta de empatía y una personalidad que bordea la locura. Además del perfil autodestructivo que los caracteriza.

En Lunas de hiel se narra las relaciones disfuncionales de gente que cruza los limites de la cordura buscando huir de la rutina.

Porque si hay algo que no perdonan los personajes del director polaco es el aburrimiento, por huir de él son capaces de todo, incluso de perderse a sí mismos.

Aquí  lo presenciamos a través de la relación de dos matrimonios que coinciden en un barco en víspera de año nuevo. Este encuentro será el punto de partida para contar una historia de amor y odio, dos ingredientes que (según se sugiere) están presentes en las relaciones de pareja.

La película  sorprende, y ese es un punto a su favor, no esperas ninguna de las circunstancias que ocurren y mucho menos su desenlace.

En tiempos de “Cincuenta sombras de Grey”, “Cincuenta sombras liberadas”  y otras cintas edulcoradas que pretenden venderse como innovadoras e irreverentes,  viene bien redescubrir un film que  toma riesgos al exponer el fuerte vínculo que puede representar el sexo en la vida cotidiana.

A pesar de algunos arquetipos que pueden ser cliché (protagonista escritor en París, chica bonita sin expectativas, un matrimonio estable, pero aburrido, el sexo como el comienzo del caos) la película no pierde su poder a pesar del paso de los años.

Lunas de hiel cuestiona los vínculos afectivos de pareja y deja un sinfín de preguntas en el aire: “cualquier relación entre las personas es siempre un cúmulo de problemas, de forcejeos, también de ofensas y humillaciones” escribió Javier Marías en su novela “Corazón tan blanco”, eso es básicamente lo que podemos presenciar en esta película sobre la desmesura y sus efectos tóxicos.

No te pierdas “Todo Polanski” cada jueves desde el 10 de mayo en Caracas.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!