Falta ya muy poco para que doblen las campanas, dejemos atrás el 2018 y demos paso al nuevo ciclo del 2019, en el que muy pocos apuestan o creen en la posibilidad de que en Venezuela podamos superar este círculo vicioso y perverso en el que el desgobierno ha convertido a nuestra realidad económica y social.

La hiperinflación anualizada demoledora a niveles insospechados que superaron al del millón por ciento, y la consecuente pulverización a niveles microscópicos del poder adquisitivo del venezolano, han marcado la pauta y contado con el protagonismo durante cada uno de los segundos, minutos, horas y días de todo el 2018; y todo apunta según adelantan quienes dominan las ciencias económicas, a que el panorama de los próximos meses no es precisamente alentador, pues de hecho, no hay sobre la mesa una sola medida por parte del desgobierno que de una mínima señal de rectificación y corrección de rumbo, y al contrario, cuanto hacen y dicen, va más bien en dirección contraria y pisando el acelerador mientras caemos al vacío.

Si bien algunos señalan que la razón de una política tan errática y destructora como la que ejecuta Maduro & compañía son el producto de la ignorancia y la más absurda incapacidad, desde esta tribuna y en diversos escenarios más bien hemos sostenido que cuanto ocurre es parte de un plan habanero muy bien concebido de control social por la vía del sometimiento, convirtiendo a ese pueblo al que tanto exaltan, en mendigo de sus migajas; no sin antes acreditar por supuesto a sus ejecutores, la debida dosis de incapacidad e ignorancia casi infinitas.

Hasta acá entonces el panorama luce simplemente desolador y pareciera que el llamado es a que el último de la fila no olvide apagar la luz, que es con lo que precisamente cuenta el desgobierno y quienes concibieron el plan para destruir nuestro otrora vibrante país; quienes para nuestra suerte, no contaron con la actitud resilente de una buena parte de nuestra población que se ha planteado la superación de tanta adversidad, como un verdadero desafío en el cual a pesar de las condiciones adversas, la tempestad y el viento en contra, no ha concebido otra opción distinta que la de salir adelante, triunfar y por esa vía alcanzar la libertad que le es negada con cada limosna populista, pues precisamente en ser independientes está la fuerza para poder levantar la voz y mantenernos firmes en contra del atropello y la opresión.

Detrás de cada emprendimiento e iniciativa productiva que hoy nazca en esta tierra, hay resilencia, heroísmo y un espíritu que decidió ir más allá de la mera subsistencia, no doblegarse y superar la adversidad a pesar de las circunstancias creadas por quienes decidieron aferrarse al poder.

El próximo año, ya a la vuelta de la esquina, será un año marcado por la resilencia y no por la mera resistencia, pues resistiremos, avanzaremos y triunfaremos a pesar de…. Y el primer round es el 10 de Enero. ¡Allí nos vemos!


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!