Siguiendo las recomendaciones del embajador de la Federación Rusa en Venezuela (finales de octubre), Vladimir Zaemskiy, el gobierno venezolano preparó con rapidez los proyectos de inversión conjunta. En medio de la crisis, el factor tiempo era uno de los grandes problemas: el gobierno ruso tomaría entre dos y tres meses para revisar los proyectos. La propuesta debía ser presentada lo más pronto posible, con el fin de iniciar los proyectos durante el primer semestre de 2019.

Si bien el creciente deterioro de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos favorece el acercamiento entre Caracas y Moscú, lo cierto es que la confianza en el gobierno de Nicolás Maduro es muy limitada. Por esta razón, muchos analistas pro-Rusia llegaron a sugerir que Venezuela no lograría firmar nuevos convenios con la Federación Rusa. Es un hecho que la rentabilidad de las inversiones de Rusia en Venezuela ha estado lejos de ser la ideal. Según los cálculos del Kremlin, hoy en día Rusia debería recibir aproximadamente un millón de barriles de petróleo. Debido a la caída de la producción venezolana, a duras penas recibe casi 200 mil barriles diarios.

El pasado martes 4 de diciembre, Nicolás Maduro llegó a Moscú, con el fin de reunirse con Vladimir Putin. En Rusia, aún a pesar del escepticismo que había en el ambiente, la comisión venezolana logró firmar acuerdos por aproximadamente 6 mil millones de dólares, en los sectores petrolero y minero. Los detalles de estos acuerdos se negociaron a puerta cerrada y sin emitir comunicado oficial, ya que afectan importantes intereses privados. Luego de la reunión, tampoco se ofreció una conferencia de prensa sobre este tema.

En el ámbito militar, se estrechan los lazos que se comenzaron a tejer en el año 2001, cuando Hugo Chávez firmó un convenio de cooperación estratégica con la Federación Rusa. En el marco de ese acuerdo, Rusia ha suministrado armas, aviones, helicópteros, sistemas de defensa y otros equipos. Desde el año 2013, un centro para el servicio de helicópteros rusos opera en Venezuela. Para el año 2019, está planteado que la fábrica para la producción de rifles de asalto Kalashnikov comience a funcionar en Venezuela.

Los acuerdos más relevantes firmados en diciembre fueron los siguientes:

– La implementación del sistema Glonass en Venezuela (Sistema Global de Navegación por Satélite).
– La profundización de la cooperación militar estratégica.
– La importación de 600 mil toneladas de trigo ruso.
– 5 mil millones de dólares destinados a la producción petrolera venezolana.
– Mil millones de dólares en proyectos de minería (oro y diamantes).
– Mantenimiento del sistema de defensa militar venezolano que ha sido importado desde Rusia.
– Nuevos proyectos para Rosneft y Gazprombank, los cuales serán discutidos con más calma en el año 2019.
      
Venezuela y Rusia han decidido profundizar todavía más las relaciones de cooperación militar. El 6 de diciembre de 2018, el Ministro de Defensa de la Federación Rusa, Sergei Shoigu, expresó que desea que los militares rusos puedan usar los puertos marítimos y aeródromos de Venezuela. “Estamos haciendo un trabajo en el campo de la educación militar, con el objetivo de que nuestra flota y nuestros aviones estén capacitados para aterrizar y recibir servicio en los aeródromos y en los puertos marítimos de Venezuela», dijo Shoigu.

La gran novedad de estos acuerdos ha sido la implementación de una estación del sistema Glonass en el país latinoamericano, un anuncio que no tiene precedentes en la historia de cooperación estratégica entre Rusia y Venezuela. Esto sugiere que ambos países habrían decidido estrechar aún más las relaciones bilaterales. El sistema Glonass, puesto en servicio en el año 1993, cuenta hoy en día con 28 satélites en la órbita terrestre. A diferencia del sistema estadounidense GPS, los satélites de Glonass no tienen resonancia con la rotación de la Tierra, lo que les permite gozar de una mayor estabilidad y no necesitan reconfiguraciones rutinarias. Según la comisión del gobierno venezolano, la instalación de Glonass en Venezuela tiene como objetivo “mejorar las telecomunicaciones en el país sudamericano”.

A nivel regional, el sistema ruso de posicionamiento Glonass ya operaba en países como Brasil y Nicaragua. En el año 2013, Rusia instaló la primera estación del sistema en la Universidad de Brasilia. Desde hace un tiempo, la agencia espacial brasileña (AEB) había tejido una estrecha cooperación con los sectores militar y aeroespacial de Rusia. La decisión de implementar el sistema Glonass en Venezuela, en la actual coyuntura internacional, tiene una gran relevancia geopolítica. Hace algunos meses, Rusia manifestó su interés en tener de nuevo bases e instalaciones militares en el Caribe. En el año 2017, Roscosmos erigió una estación de Glonass en Managua (Nicaragua). Debido al hermetismo de la nueva estación de Glonass en Nicaragua, los servicios de inteligencia estadounidenses han expresado sospecha y desconfianza.

En vísperas de la juramentación de Maduro el día 10 de enero de 2019, la visita del mandatario venezolano a Moscú fue una decisión que pretendió consolidar las alianzas internacionales del gobierno de Maduro. Después de esta fecha, se espera que algunos países del bloque occidental retiren sus embajadores del país sudamericano. Rusia es uno de los pocos países que seguirán del lado de Venezuela. En estas condiciones de aislamiento, contar con el apoyo político y militar de Rusia es esencial. “Entendemos y sabemos que la situación en Venezuela sigue siendo muy complicada. Apoyamos sus esfuerzos por lograr entendimientos en la sociedad, sus medidas para facilitar un arreglo con la oposición. Y desde luego rechazamos cualquier acción de carácter terrorista, cualquier intento de cambiar la situación por la fuerza”, fueron las palabras con las cuales Vladimir Putín recibió a Nicolás Maduro.

El presidente de la Federación Rusia, Vladimir Putin, ha evaluado las potenciales ventajas de estrechar las relaciones de cooperación con Venezuela. En términos geopolíticos, Putín sabe que Venezuela asumirá el año entrante la presidencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y del Foro de Países Exportadores de Gas (OPEP). El acercamiento entre ambos países permitiría que Putín tenga una mayor coordinación de los grandes mercados internacionales de petróleo y gas. Si bien Rusia no forma parte de la OPEP, lo cierto es que ella es uno de los productores de petróleo más importantes del mundo. Sin duda alguna, a Rusia le convendría que la OPEP siguiera su línea.

Para finalizar, recordemos que Venezuela tiene una ubicación geográfica privilegiada, con salida al Mar Caribe y un oceáno. En el actual contexto internacional, considerado por algunos el inicio de una nueva Guerra Fría, el país sudamericano tiene un valor estratégico nada despreciable. Después de la toma de posesión de AMLO en México, se definió el eje La Habana-Ciudad de México-Caracas, incluyendo sus respectivos satélites como Managua. Y el año que viene se celebrarán las elecciones presidenciales en la Argentina: ¿quién ganará? En el marco de la geopolítica regional, esa victoria será decisiva


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!