Zulia no cambió a Renato Núñez. En realidad, cambió a Franklin Barreto por Rougned Odor, con otros 8 peloteros involucrados.
Es difícil precisar si la gerencia de las Águilas tenía todo calculado al adquirir a Núñez de los Tigres o si fue tomada por sorpresa por la indisposición de este jugador a irse a Maracaibo. No importa, los hechos están allí y al final los rapaces han adquirido a cinco peloteros a cambio de otros cinco.
Ese es el resumen que queda tras una semana de negociaciones y dos pactos con Aragua y Magallanes. Los occidentales entregaron al grandeliga Barreto, que ya no jugaba con ellos, y al también bigleaguer Gabriel Moya, junto con los receptores José Quéliz, Jesús Flores y el joven lanzador Eduard Bazardo. Por ellos, adquirieron a Odor, a los lanzadores Wilfredo Ledezma, José “Chino” Flores, al catcher José Briceño y al prospecto del outfield José Azócar.
No se ve mal, cuando se ve en conjunto. A los rapaces les habría venido bien un slugger en su alineación, pero Briceño también tiene fuerza y si juega dará extrabases. Sumaron, además, al segunda base titular de los Rangers de Texas, que es oriundo de la zona y compartirá equipo ahora con su hermano menor.
Todo lo que aporte Odor superará lo dado por Barreto. La clave, entonces, está en el resto de esas transacciones.
El bullpen es más sólido con el Chino Flores, Ledezma y Víctor Gárate. La receptoría ganó a un jugador que hoy se encuentra en las Mayores, a cambio de un Quéliz que poco jugaba y un veterano Flores cuyo hombro no le permitió defender la causa de esta novena en la última recta final.
Perdieron a Gabriel Moya, pero su indisponibilidad en la 2017-2018 sugiere las razones. Y su ausencia será cubierta por los tres apagafuegos de renombre que han llegado. No es mal negocio. Y si bien perdieron un nombre de categoría, todavía tienen a Silvino Bracho, Elvis Araujo y Arcenio León, a la espera de Eduardo Paredes.
No está claro que Briceño vaya a ser el careta de todos los días. Es caraqueño y todavía tiene aspectos que pulir, tanto con la mascota como con el bate, a fin de dejar de ser un toletero todo o nada, que puede sacarla en cualquier momento y acumula muchos ponches. Si se convierte en el titular y da un paso al frente como acaba de hacerlo en Anaheim, será parte de la solución ansiada.
En octubre se verá más claro, aunque luce que los aguiluchos han fortalecido el relevo, agregaron la ofensiva de José Tábata, la versatilidad de Alberto González y un torpedero para todos los días, Humberto Arteaga.
En todas estas transacciones, la única pérdida en el papel es Wilfredo Boscán, porque aquí los abridores valen oro y no han llegado iniciadores a cambio. Pero ya vimos los problemas que tuvo el derecho para mantenerse en la rotación en la 2017-2018 y el equipo se ha reforzado en áreas que le dan hoy mayor profundidad, sin olvidar que Azócar ha puesto buenos números en las menores, lo que le da otro prometedor jardinero al manager Lipso Nava, así sea a costa de un joven ponchador como Bazardo.
El mercado es siempre un ajedrez, que a menudo no permite apreciar lo que realmente está pasando, hasta mucho tiempo después. Pero Zulia luce mejor esta semana que en enero pasado, cuando le faltaron piezas como estas para volver a meterse en la final.
@IgnacioSerrano