Nancy Meyers pudo haber dirigido Book Club. Su universo cinematográfico que parece extraído de un artículo de Marie Claire está presente en esta comedia de Bill Holderman.

Al igual que en las cintas de Meyers, en Book Club, personajes adinerados, con vidas lujosas y felices tienen pequeñas crisis existenciales que tratan de resolver a lo largo de la película. Sin embargo, en esta cinta que escribió Holderman con Erin Simms hay una variación sustancial: los años de sus protagonistas.

Aunque no me gusta pensar que el público de una cinta está restringido por la edad, en este caso es muy evidente que ese factor es determinante. La película se realizó con la intención de llegar a una parcela de la población que rara vez se encuentra reflejada en el cine, al menos como protagonistas.

Estamos tan acostumbrados a la juventud, se admira tanto esa etapa de la vida, que  la vejez ha llegado a tener muy mala prensa. Cumplir años es un tabú.  La publicidad está dirigida en un 80% a los más jóvenes. Para muchos envejecer es una forma de morir, algunos se retiran de la vida antes de su defunción y  por ello dejan de lado aspectos de la existencia elementales como el amor y el sexo.

Aprovechando esta premisa y enfocándose en el casting de la cinta compuesto por actores y actrices de larga trayectoria  Book  Club se presenta como una comedia romántica para la tercera edad.

Aunque me parece chocante esa denominación, la cinta más que una historia sobre amigas, es un cliché hollywoodense sobre la posibilidad de seguir teniendo una vida amorosa y sexual activa después de los 65 años.

Que sea un cliché no le resta méritos a esta cinta protagonizada por un elenco verdaderamente significativo.  Diane Keaton, Jane Fonda, Candice Bergen, Mary Steenburgen, Andy Garcia, Craig T. Nelson y Don Johnson protagonizan esta comedia dominguera que propone un cuento de hadas otoñal.

Cuatro amigas han elegido para su club de lectura 50 sombras de Grey, el famoso libro de E.L. James. A partir de ese momento y llevadas por la lectura comienzan a darse cuenta de lo aburridas y predecibles que resultan sus vidas en el aspecto sexual y amoroso.

La premisa no es muy elaborada  y su desarrollo tampoco lo es.  Tampoco veremos un desempeño notable de las posibilidades histriónicas de las actrices  del elenco y sin embargo, la película se deja ver.

Es tonta, es predecible, es rosada, es obvia, es cursi, pero engancha. Hace sonreír, te relaja. Es como ver un paisaje lindo un día mohíno.

¿Y quién dijo que el cine no se hizo también para eso?

El largometraje tiene todos los elementos que utiliza Nancy Meyers, sin la profundidad de sus argumentos. No hay en él nada más que decorados bonitos y una que otra frase edulcorada.

No obstante, el tema le concede un poco de originalidad. No hay muchas películas que cuenten historias de amor de personas mayores de sesenta. El filme narra la vida de mujeres adultas que desean sentir emociones reales  hasta el último día.

Diane Keaton dijo lo siguiente sobre su rol: “estaba interpretando una versión de mí misma. En la vida real, la amistad es muy importante para mí, sobre todo a medida que avanza la vida” afirmó en una entrevista publicada el pasado mes de mayo en la Revista Cosas.

Book Club es una comedia divertidamente intrascendente, vale la pena,  no importa si tienes treinta u ochenta años.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!