Cuando anuncias que vas a tener un bebé, mucha gente te felicita, te llenan de bendiciones, regalos, advertencias y consejos como: “duerme ahora, que cuando nazca el bebé no vas a poder dormir”, “duerme ahora que tu yo del futuro te lo va a agradecer”, “duerme cuando el bebé duerma”. Generalmente la mayoría de los consejos tienen que ver con dormir.

Yo pensaba que era terror psicológico de mis amigos y conocidos, y empecé a no dormir pensando en que no iba a dormir cuando naciera el bebé. Lamentablemente, para mí, el terror psicológico se convirtió en una realidad ineludible. 

Lo del sueño con los bebés es como la canción tétrica de Pesadilla en la Calle del Infierno: “Uno, dos, ya viene por ti… Tres, cuatro, prepara los teteros… Cinco, seis, cambia los pañales… Siete, ocho, saca los gases… Nueve, diez, nunca dormirás…”. No es exactamente igual, pero sí bastante parecido.

Cualquier lugar es bueno para dormir cuando se tiene un bebé y ese lugar tiende a ser menos la cama y más el sofá, el piso, dentro del closet, sobre una silla, en la ducha. La menor oportunidad que te brinden, debes aprovecharla.

Porque un bebé sabe cuándo tú estás a punto de descansar y es allí cuando más se activan. En mi casa no se descansa cuando se puede, sino cuando el bebé nos da permiso, y ese permiso no lo entrega él de buenas a primeras.

Tengo la teoría de que no duermes porque sí, tienes que atender al bebé constantemente, pero también estás tan pendiente de que todo esté bien, de que todo esté en orden con él, que no duermes por vigilarlo, chequearlo, cuidarlo.

Sacrificas tu descanso por tu paz mental, y aunque puede parecer un buen trueque, a la larga el cuerpo te pasa factura y es muy probable que te quedes dormido en una reunión de trabajo o que en la madrugada le estés sacando los gases al bebé y en la mañana pienses que todo eso fue un sueño (me pasó, menos mal que no se me cayó el muchacho).

El dormir es sumamente importante en cualquier oportunidad que se tenga. Realmente el yo del futuro lo va a agradecer y mejor dejo de teclear porque mi amo ya se está despertando. 


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