Está por estrenarse en Venezuela Every Day (2018) la cinta juvenil basada en el libro homónimo escrito por David Levithan, una comedia romántica de ciencia ficción que utiliza elementos trillados para contar una historia un tanto diferente.
Las cintas románticas juveniles en apariencia frívolas, en algunas ocasiones esconden planteamientos que rompen sus propios paradigmas. Algunas son películas amables que, además de entretener, plantean situaciones que quizás puedan parecer inocentes o utópicas, pero que ocultan un sentido que logra generar interés.
En este caso, el relato de una chica que se relaciona con un alma que cada día amanece en un cuerpo diferente, plantea algunos temas que muchas veces por obvios se dan por sentado. Eso de “lo esencial es invisible a los ojos” como escribió Antoine de Saint-Exupéry puede parecer evidente, pero tiende a olvidarse en un mundo, como en el que vivimos, amante de la imagen.
Sin mayor innovación en su estructura e incluso cometiendo algunas torpezas en su edición, la película dirigida por Michael Sucsy (The vow 2012) está narrada de forma lineal y aunque las explicaciones sobre el comportamiento de los personajes no son extensas, el modo en que se presentan los acontecimientos te permite creer en ellos.
Every Day puede pecar de cursi e inocente en exceso y sin embargo te hace sentir bien porque apela a los sentimientos al hablar de temas como: la libertad, la esencia de las personas, lo que se oculta bajo el aspecto físico y la importancia de conectar realmente con el otro.
Al mismo tiempo que se plantean temas filosóficos complejos digeridos con bastante miel y galletitas, porque es claro que la película busca entretener y no cuestionar, la cinta genera empatía y te deja pensando.
En un mundo de instagram y selfies, donde la imagen es la principal preocupación de los más jóvenes (y de los que han dejado de serlo) una cinta como esta puede ser desconcertante y a la vez una buena noticia.
Si bien es cierto que una buena película es mucho más que su temática, y en Every Day no hay ninguna sorpresa en cuanto a su realización, su argumento se expone de una forma franca y sobre todo agradable.
Esta cinta es una de tantas películas para jovencitos que muchas veces son vilipendiadas por un público adulto, obviando que la vida y el cine están hechos de contrastes y a veces hasta la cursilería hace falta.
@luisauguetol