Este escándalo no quedará sin consecuencias. Así como el futuro inmediato de Atlanta acaba de recibir un golpe noble, así puede que todo el beisbol sienta de una u otra forma la onda expansiva del peor caso de violación a las normas con que la MLB reglamenta la firma de agentes libres internacionales.

Los aborígenes de la Liga Nacional se quedaron sin varias de sus principales firmas de los últimos años, incluyendo a los prospectos venezolanos Kevin Maitán, Abrahan Gutiérrez y Liván Soto. Sus pérdidas son millonarias en dólares e inconmensurables en lo deportivo.

Solamente por esos tres criollos pagaron alrededor de 9 millones de dólares en 2016. Multas, restricciones en futuras firmas, suspensiones que llegan a la expulsión de por vida del ex gerente general John Coppolella…

El castigo a Coppolella demuestra la gravedad que las Grandes Ligas conceden a este asunto. Únicamente cuatro personas han sido suspendidas para siempre en las Mayores después del caso de los Medias Negras de 1919: Pete Rose, por apostar; Chris Correa, por hackear las computadoras de los Astros; y Jennry Mejia, por dar positivo en tres distintos controles antidopaje.

Los aborígenes no hicieron algo nuevo. Fue por eso que la reprimenda es tan dura. Si los equipos no escarmentaron con lo que le pasó a Boston hace un par de años, es difícil que ahora, ante el incendio, no remojen las bardas de sus casas.

Scouts, agentes y medios de comunicación en Estados Unidos y el Caribe hablamos con desenfado sobre el panorama que de un tiempo a esta parte existe en el proceso de reclutamiento de Julio 2. Un buscador de talentos nos decía hace un tiempo que los principales muchachos que entrarán al mercado en 2018 y 2019 tienen preacuerdos con organizaciones de la gran carpa, incluyendo el monto de los bonos. Un agente nos decía en estos días que hasta muchachos de 12 y 13 años de edad ya están vinculados a escuadras del norte.

Todo esto va a terminar cuando, para mal del sistema, la MLB imponga su deseo de regular todo a través de un draft internacional, un anhelo que no busca acabar con las irregularidades, sino limitar la cantidad de dinero que se reparte. Así, el sistema seguirá teniendo defectos crecientes, pero las novenas de Grandes Ligas pagarán menos por cada firma.

Esto va a ocurrir, muy probablemente, y es el peor panorama posible, pues la oficina del comisionado no ha dado muestras igualmente decididas de terminar con los verdaderos peligros que existen en el panorama actual.

Ha habido denuncias muy serias de dopaje en niños y adolescentes por parte de buscones que tratan de incrementar las habilidades de sus protegidos. Hemos escuchado últimamente versiones que serían gravísimas, respecto a la salud de jóvenes peloteros, en caso de resultar ciertas. Urge que la gran carpa, el IND y la LVBP coordinen un programa de despistaje que supervise a los prospectos que aspiran a sumarse al beisbol organizado, y la LVBP debe estar allí incluida, porque sus equipos están firmando a muchachos que son todavía imberbes.

Maitán, Gutiérrez, Soto y otros 10 jóvenes valores regresarán al mercado y sumarán un segundo bono. Para ellos, está bien. Pero viene un remezón en el Caribe, no lo duden. Más vale estar preparado para las consecuencias.

@IgnacioSerrano

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