Se abre desde hoy un nuevo debate en Venezuela, en este caso, lo relativo al 10 de enero de 2019, fecha de indiscutible relevancia, considerando los antecedentes y las circunstancias que rodean a la legitimidad de quien ostenta la cabeza del poder ejecutivo en Venezuela, sobre lo cual definitivamente merece la pena hacer un recuento de como llegamos al punto de que seguramente en poco menos de un mes estemos sumergidos en una etapa política inédita y de incertidumbre.

Todo comenzó en 2017 con la atropellada convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, en lo que fue una maniobra burda del desgobierno, buscando salir a como diera lugar de una dinámica de protestas que sumadas a los atropellos que cometieron para aplacarlas, pusieron a Maduro contra la pared. En dicha convocatoria se saltaron todas las formas y pisotearon a nuestra Carta Magna. Quienes en algún momento se erigieron como los paladines de la democracia representativa, estrenándose para ello justamente convocando al poder originario en 1999, en esta oportunidad se escondieron tras las sombras de las maniobras para esconderse de la voluntad del pueblo; y he allí que ante tal atropello, el desconocimiento de la comunidad internacional a ese cuerpo amorfo resultante no se hizo esperar, no sin antes eso si, mantener el reconocimiento a la única instancia legislativa legítima, que es la Asamblea Nacional.

El vandalismo constitucional continuó con la sucesiva y cuestionable convocatoria a diversas elecciones, tales como las regionales y locales, concluyendo con la joya de la corona, con el adelanto de las presidenciales para la imborrable fecha del 20 de mayo de 2017, día en el cual, en una comparsa bufa sin la participación de  la oposición venezolana y con el desconocimiento de la comunidad internacional democrática, Maduro se proclamó como reelecto por un nuevo periodo de 6 años, que iniciaría el 10 de enero de 2019.

Ante lo expuesto, quienes apostamos al rescate de la democracia en Venezuela, tenemos la certeza de que en efecto el próximo 10 de Enero de 2019 es una fecha  que marcará el inicio de una nueva dimensión de la lucha que nos toca dar a los ciudadanos que creemos y confiamos que es posible encarrilar al país en la ruta de la libertad, el desarrollo, el bienestar y la modernidad.

Ocurrirán sin duda muchas cosas, sucesos, declaraciones y eventos. Por una parte, se avisora un amplio desconocimiento de la comunidad internacional a quien ejerza a partir del 10 de enero la presidencia, pero por el otro y como siempre, un pequeño grupo de países que aún les apoya, harán lo contrario y justamente se afincarán reivindicar la legitimidad de la elección del 20 de mayo y en consecuencia de Maduro. Seremos testigos de un juego donde la ilegitimidad hará cuanto sea posible para revestirse de una falsa legitimidad. Harán cuanto esté a su alcance para hacernos creer que lo único que queda por delante son 6 años más del nefasto madurismo; y ante eso, solo nuestras convicciones y la plena certeza de que nos asiste la razón, nos conducirá al país que merecemos y deseamos.

Estemos listos entonces para una nueva etapa donde el esfuerzo y sacrificio es lo único camino posible para rescatar a Venezuela.

Cástor González

Abogado

Presidente del Centro Popular de Formación Ciudadana (CPFC)

@castorgonzalez


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