Tradicionalmente, la celebración de las fiestas gira en torno a la comida y la bebida. Son muchas las preparaciones típicas que pasan a ser protagonistas y algunas de ellas resultan complicadas para quienes presentan ciertas condiciones de salud, que los obligan a cuidar su dieta.

Ejemplos de esto son quienes padecen de enfermedad celíaca o intolerancia permanente al gluten (proteína presente en el trigo, el centeno y la cebada), y diabetes, para quienes el consumo de carbohidratos en exceso es perjudicial.

A continuación, especialistas entregan sus recomendaciones para que aquellas personas que conviven con alguna de las dos condiciones, puedan disfrutar de las fiestas sin olvidarse de su salud.

Libre de gluten

Existen una gran cantidad de alimentos que quienes padecen enfermedad celíaca pueden ingerir durante las fiestas, entre ellos todos los naturales que no contienen gluten. De ellos, María Fernanda Jara, nutricionista de Daily destaca: las frutas, las verduras, las carnes, los huevos, los lácteos, las grasas y los cereales (quinoa, arroz, maíz, etc.).

Por su parte, Lilian Contreras, nutricionista de Clínica Ciudad del Mar, destaca que la contaminación cruzada es un factor importante a tener en cuenta. «Es muy importante cocinar todo por separado, mantener una buena limpieza de las superficies e higienizar exhaustivamente los utensilios», afirma.

Respecto a las comidas típicas que pueden consumir quienes presentan intolerancia al gluten, Contreras entrega las siguientes recomendaciones: 

Empanadas: prepararlas con harinas sin gluten, como la de arroz o mezclas que estén certificadas para quienes sufren enfermedad celíaca.

Carnes: elaborarlas sin marinar, para evitar que se contaminen con trazas de gluten.

Acompañamientos: preferir las ensaladas y verduras asadas. También pueden consumir arroz y pastas sin gluten, pero estas aportan más calorías.

Aperitivos: optar por aceitunas, encurtidos o frutos secos. Elegir siempre los que se venden envasados, ya que los a granel pueden presentar contaminación cruzada.

Bebidas: preferir jugos naturales o bebidas certificadas libres de gluten. En el caso del alcohol, deben evitar las cerveza a menos de que estén certificadas.

En cualquier caso, se aconseja el consumo moderado de cualquier bebida alcohólica. Contreras pone especial énfasis en que quienes presentan enfermedad celíaca, aunque no tengan síntomas, deben necesariamente seguir una dieta sin gluten, ya que de lo contrario se arriesgan a sufrir complicaciones.

Asimismo, destaca que este régimen alimenticio solo es recomendado para las personas con intolerancia al gluten, sensibilidad no celíaca o alergia al trigo. «En otros grupos de personas que son sanas, este tipo de alimentación podría producir malnutrición o carencia de nutrientes esenciales», afirma.

Una celebración no tan dulce

En el caso de quienes padecen diabetes, la nutricionista de sostiene que lo más importante es el control de las porciones individuales y la frecuencia de consumo. «Si el paciente tiene eso claro, solo debe planificarse para programar el menú dieciochero», dice la nutriólogoa de Clínica Santa María, Ana Claudia Villarroel.

«El control depende también de cada caso personal ya que influyen diversos factores como el tratamiento insulínico, los horarios de alimentación y el nivel de actividad física», complementa María Fernanda Jara complee

En este sentido, algunas recomendaciones generales para ellos son:

1.- Preferir las carnes, ya sea al plato o como anticucho, acompañadas de ensaladas de verduras de hojas verdes. Tanto las carnes como los vegetales verdes no aportan carbohidratos.

2.- Si quiere saborear una empanada, ingerir una entera o media, tomando en cuenta su tamaño. Otra alternativa es prepararla en casa con harina integral, para así disminuir el aporte de carbohidratos.

3.- Los postres tradicionales también pueden prepararse en versión sin azúcar. Así, quienes padecen diabetes también pueden disfrutar de un rico mote con huesillos, una leche asada o una leche nevada, pero elaborados con endulzante. En el caso de los dulces chilenos, es mejor dejarlos pasar ya que contienen demasiada azúcar.

4.- Evitar las bebidas y jugos con azúcar adicionada, y preferir el agua. En el caso del alcohol, optar por el vino en lugar de destilados y cerveza. ¡Ojo! Quienes usan insulina, no deben beber sin consumir antes alimentos, ya que corren el riesgo de sufrir una hipoglicemia (baja azúcar en sangre) severa. Asimismo, no es recomendable mezclar alcohol con medicamentos hipoglicemiantes.

5.- Si va a consumir pan, media marraqueta es suficiente. El amasado, en tanto, es mejor evitarlo, ya que contiene mucha harina.

Finalmente, Ana Claudia Villarroel resalta la importancia de una alimentación balanceada, lo que se puede lograr con una buena planificación. «Si el paciente es muy ‘tentado’ y le cuesta muchísimo moderarse, lo mejor es ser franco consigo mismo y con su médico, y planteárselo directamente para tratar de encontrar alguna solución», afirma.

Asimismo, recuerda que quienes tienen incluido en su tratamiento la medición rutinaria de glicemias capilares (en los dedos), no deben dejar de hacerlo, ya que las personas que padecen diabetes reaccionan distinto a las comidas que se salen de su plan de alimentación habitual.


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