La talla de Yangervis Solarte puede engañar. El infielder venezolano mide 1,80 metros de estatura, un tamaño modesto para las Grandes Ligas de la actualidad, pero posee poder y es mucho más que ocasional. Incluso, en sus registros figuraban dos juegos con dos cuadrangulares. Pero ese dato se modificó ayer, cuando logró su tercer encuentro en las mayores con par de vuelacercas.

El camarero de los Padres de San Diego castigó a los Cerveceros de Milwaukee, a domicilio, tal como lo hizo el 3 de agosto de 2015, cuando consiguió su primer cotejo de tales características.

La primera víctima de Solarte fue el abridor Chase Anderson, en el segundo capítulo. Después repitió la dosis, pero frente al relevista Carlos Torres, en el décimo episodio. Con los estacazos, el maracayero empujó tres carreras que ayudaron a los religiosos a conquistar el triunfo, 7 a 5, en 11 innings.

Hoy amanecerá con nueve estacazos en la temporada, de los cuales ha pegado seis este mes. El ritmo le augura superar los 15 bambinazos que largó el año pasado, su tope personal.

El juego lo ganó José Torres con un tramo perfecto y José Pirela se fue de 6-0. Por los Cerveceros, Orlando Arcia pegó su quinto cuadrangular.

Adiós Yastrzemski. Miguel Cabrera reafirmó el despertar de su poder al conectar su séptimo jonrón de la campaña, en la derrota de los Tigres de Detroit 3 a 2 ante los Rays de Tampa Bay. El inicialista llegó a 453 tablazos de por vida para superar a Carl Yastrzemski y ocupar en solitario el puesto 37 de todos los tiempos. Francisco Rodríguez permitió un hit en un inning.

Por su parte, Martín Pérez triunfó (3-6) a pesar de tolerar 4 carreras en 5.1 pasajes. Uno de sus aliados fue Rougned Odor al remolcar 2 con su duodécimo jonrón del año.


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