El de ayer era el típico domingo de primavera en Florida. Cielo azul celeste, sin una nube, y un sol abrasador sin ser tan picante. En el complejo de los Astros de Houston no era, eso si, un día como cualquier otro.

José Altuve recibió la visita de su esposa, su pequeña hija y su madre. Era la primera vez que iban a verle. «Allá está la caja de bateo, aquí practicamos las jugadas del infield, nos vamos rotando», le contaba en voz alta a su esposa, tras romper el protocolo férreo de Major League Baseball para abrazar a su pequeña bebita y pasear a su gente por el complejo de entrenamientos. Son pequeñas concesiones que se le da a un líder. Uno que vale 150 millones de dólares, pagaderos en las próximas cinco campañas.

“Nadie puede negar que José tiene un peso muy importante en este club house”, contó Héctor Rondón, relevista venezolano, el último de la tropa criolla en incorporarse a la novena sideral, campeones de la Serie Mundial en 2017, que ayer se enfrentaba con los Bravos de Atlanta en la pretemporada.

“José es la alegría de este lugar”, replicó Carlos Correa, campo corto titular de Houston, y la llave del maracayero alrededor de la segunda base. “Es alguien que tiene siempre una sonrisa, alguien que colabora con sus compañeros, pero que además tiene un chiste o una broma, y a la hora de jugar, es alguien que le entra duro al juego, que se entrega con todo, y ahí están sus números”, agregó el boricua.

Mientras Altuve, quien tenía restricciones para hablar con la prensa hasta la oficialización de su firma, hoy a las 10:00 am en una rueda de prensa; tuvo una mañana ocupada. No sólo compartió con su familia, a la que le dedicó tiempo de sus horas de práctica, hizo su rutina del día sin mayores sobresaltos.

Tomó los rollings respectivos en la práctica de infield, también realizó su trabajo en la caja de bateo, y todo mientras se rodeaba de sus socios habituales, Correa y Marwin González.

Aprecio. Pero además de ser un pelotero valorado por su capacidad para interrelacionarse con sus compañeros, Altuve logró un contrato de 30 millones por temporada por sus números. “Yo no sé que haré, porque si esta máquina sigue así me tocará hacer magia la competencia será linda, porque yo también quiero ser Más Valioso”, comentó Correa sobre el segunda base venezolano entre risas. 

En cinco de sus siete primeras campañas Altuve conformó el equipo de Todos Estrellas, tres títulos de bateo dela Liga Americana (2014, 2016 y 2017), un average en esos primeros siete años de .316 y 1.250 hits de por vida, y todo antes de cumplir 28 años. Y sin olvidarnos de que ganó el premio al Jugador Más Valioso del joven circuito en 2017.

“Cuando José sale al campo, ahí es donde comanda al equipo”, afirmó Rondón. “Me tocó verlo antes, como su rival cuando jugaban contra nosotros en los Cubs, pero aquí, incluso en la pretemporada, es capaz de batear y hacer de todo para ganar. Ahí es donde lidera. No es sólo el buen humor del club house, es que es líder con su juego”.

Ronald Acuña, prospecto número uno de los Bravos de Atlanta, también alabó al camarero valenciano. “Es el tipo de pelotero que yo quisiera ser algún día. Carismático, con bateo, y un caballo para su equipo”, dijo.

Bien sea por su capacidad para batear, o por su liderazgo, el dinero que recibirá a partir de 2019 está bien merecido. “Ese tipo de liderazgo, con el bate y su personalidad, eso vale mucho”, remató Rondón.

EL DATO

Anibal Sánchez  completó ayer su primera salida para los Bravos de Atlanta. El derecho pudo dominar en sus tres primeras entradas de labor a la pesada toletería de los Astros de Houston, pero en el cuarto tramo recibió cinco de los seis inatrapables que repartió, y permitió en ese inning dos carreras limpias. Dejó el partido después de lanzar las cuatro entradas, con dos ponches y un boleto.


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