El ex grandeliga Luis Jiménez comenzó su carrera con Cardenales, equipo al que ahora regresa / Archivo

A cualquiera le resulta difícil pensar que un jugador de la experiencia de Luis Jiménez, con 36 primaveras vividas y 18 campañas en la LVBP, ya el aspecto mental no es un elemento que pueda afectarle.

Más si se considera que a lo largo de su carrera ha demostrado ser un hombre acostumbrado a sobresalir en las situaciones apremiantes y no en vano está entre los mejores bateadores en los registros de las postemporadas.

Pero como dice el popular refrán latinoamericano que “hasta al mejor cazador se le escapa la liebre”, a Jiménez la psiquis le jugó una mala pasada durante los dos primeros meses de la contienda con los Caribes de Anzoátegui y ocasionó que cerrara la ronda regular con el promedio ofensivo más bajo de su trayectoria en Venezuela (.178).

A pesar de verse inmerso en esta situación, el “Gigante de Bobare” nunca se dejó vencer por la frustración, contando en gran parte con el apoyo de su manager Omar López, quien siempre le otorgó la confianza y hasta se vio forzado a quitarle la titularidad, con el único objetivo de proporcionarle el descanso y el tiempo suficiente para que meditara en pro de su recuperación.

“Luis (Jiménez) sufrió algunos contratiempos. Ofensivamente no se le estaban dando los resultados y yo trataba de seguir dándole las oportunidades. Mi persona, todo el cuerpo técnico y la misma gerencia decidimos ejecutar un plan psicológico con él para que no perdiera la compostura. Por un momento me vi en la obligación de sentarlo y a el no le gustó, pero entendió que lo hacíamos con el objetivo de que pensara bien las cosas. Afortunadamente no terminó mal y ahora vemos lo que está haciendo en estos playoffs”, explicó López.

Excelsas estadísticas. El fruto de la paciencia del alto mando de la tribu lo están obteniendo en la vigente postemporada, misma en la que Luis Jiménez se presenta como el gran hombre ofensivo, no solo de Caribes, sino de toda la instancia.

En siete partidos en el año 2019, el poderoso toletero totaliza 3 cuadrangulares, 10 carreras impulsadas y .391 de average. Además ha resultado todo un escollo para los lanzadores rivales, quienes lo han enfrentado con total cautela, al punto de que ha recibido ocho bases por bolas y se ponchó en solo dos ocasiones de las 23 apariciones legales al plato que tuvo hasta el domingo.

Dicho rendimiento, le sirvió a Jiménez para convertirse en el noveno jugador que consigue al menos un centenar de rayitas fletadas. El listado lo encabeza Robert Pérez con 148 empujadas en 19 participaciones, lo siguen Alex Cabrera con 133 (14 temporadas), Oscar “Cachi” Salazar (122-14), Ramón Hernández (111-13), José Castillo (108- 14), Eliézer Alfonzo (107-13) Bob Abreu (104- 11) y Héctor Giménez (100-13).

Asimismo, el nacido en el estado Lara quedó a dos batazos de vuelta entera de ser el tercer toletero con 30 o más, el único zurdo, en postemporadas sin incluir finales. Alex Cabrera totalizó 36 y Robert Pérez 34.

“Luis es clave en nuestro equipo. Su conocimiento del juego ayuda bastante a los más jóvenes. El fue pieza fundamental en el título del año pasado y estoy muy contento de que esté de vuelta justo cuando más lo necesitamos”, celebró Omar López.


Más inyección de fuerza

La gerencia Caribes de Anzoátegui esperaba ayer la llegada al país de Balbino Fuenmayor, quien de una vez iba a exhibirse frente al cuerpo técnico oriental para determinar su estado físico y definir su ingreso en el plantel. “Tendrá que enfrentar a tres bateadores en un Live BP que preparamos especialmente a él para evaluarlo, dependiendo de cómo yo lo vea decidiré si está listo o no para meterlo en el lineup”, explicó Omar López. Fuenmayor le da una inyección más de poder a un conjunto anzoatiguense que tiene 6 jonrones en los playoffs, la segunda mejor cifra solo por detrás de los 10 del Magallanes


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