Los Phillies de Filadelfia prometían mucho en la segunda mitad de temporada. Se encontraban peleando junto a los Bravos de Atlanta el primer lugar de la División del Este de la Liga Nacional y se mantuvo como primero en el comodín por mucho tiempo. Inclusive, hicieron algunos cambios para el beneficio del conjunto y que les daría más oportunidad de llegar a la postemporada.

Sin embargo, no todo fue tan bueno para el equipo. Al momento en que empezaron a llegar los primeros cambios se vio cierta mejoría, puesto que el campocorto lo cubría el venezolano Asdrubal Cabrera, quien aportó con su madero a la causa del equipo. Luego llegó el criollo Wilson Ramos, otro que desde su llegada a los Phillies no paró de batear.

No obstante, los últimos cambios desmejoraron la novena: Justin Bour no rindió lo que se esperaba y cayó lesionado. José Bautista no consiguió mejorar su rendimiento en 2018 y no pudo ayudar a los necesitados Phillies.

En este caso, se podría considerar que cuando los cuatro jugadores mencionados coincidieron se rompió la química del equipo, puesto que la novena empezó a decaer y llegó al punto de quedar sin aspiraciones para la postemporada.

Luego de haber peleado por el primer puesto de su división, este martes están a 10 juegos del primer lugar y a medio encuentro del segundo puesto. Por otro lado, se encuentran a ocho compromisos y medio de optar por un comodín.

¿Cómo se rompió la química de un equipo?

Cuando se tiene una novena que permanece en una buena racha y que el ambiente en el dogout es el mejor, ingresar nuevos jugadores puede ser peligroso. ¿Por qué? Por el hecho de que acoplar una nueva figura que llegando a un equipo que tiene más de 90 compromisos realizados es difícil que entiendan cuál es el rol. Inclusive, si esté llega encajar sería algo especial.

Sin embargo, cuando se ingresan cuatro jugadores de posición, el lineup se altera. El entendimiento entre los jugadores no será el mismo y los ánimos variarán por el hecho de que en una alineación de nueve jugadores sacar a cuatro e ingresar las nuevas adquisiciones representa un cambio importante.

Como claro ejemplo lo que sucedió con los Phillies:

Buen trabajo del Gerente General

Los cambios fueron los más acertados, a pesar de que estos no resultaron como se esperaba. Asdrubal Cabrera para las paradas cortas. Una contratación significativa, puesto que necesitaba cubrir la vacante que dejó Freddy Galvis en el campocorto.

Cabrera terminó bateando para 2.62, con 23 cuadrangulares, 75 carreras impulsadas y 68 carreras anotadas.

Por la receptoría adquirieron a Wilson Ramos, un veterano de la Liga Nacional y que llegó al equipo a pesar de que el colombiano Jorge Alfaro estaba haciendo un buen trabajo detrás del home, pero sus errores y falta de liderazgo fueron factores para la llegada del venezolano.

Ramos se mantuvo encendido con el madero por un tiempo y presenta promedio de .307, con 15 vuelacercas, 70 carreras impulsadas y 39 anotadas.

Por la inicial llegó Justin Bour, un jugador con fuerza que fue pieza fundamental en el equipo de los Marlins de Miami. Aunque la suerte no estuvo de su lado y terminó en la sala de lesionados. Bour bateo para .228, 20 jonrón, 59 traídas al plato y 49 registradas.

Para los jardines trajeron a José Bautista, un jugador que, en esta temporada 2018, participó con tres equipos (Bravos de Atlanta, Mets de Nueva York, Phillies de Filadelfia); pero no pudo ser consistente con el bate y podría estar jugando en la última temporada de su carrera profesional.

Bautista  en este 2018 presenta un promedio de apenas .198, 12 batazos de vuelta completa, 47 empujadas y 48 anotadas.

Para reforzar su bullpen se hicieron con los servicios de Luis Avilán, un lanzador zurdo que ha demostrado ser efectivos contra sus rivales siniestros y que el cuerpo de relevistas de Filadelfia necesitaba.

Avilán presenta una efectividad de 3.77, registra dos victorias, una derrota, dos salvados, 51 ponches en 45.1 entradas lanzadas.

¿Qué pasará con los Phillies en 2019?

El conjunto podría optar por unos buenos jugadores en el mercado de la agencia libre, como podría firmar a jóvenes jugadores como Bryce Harper y Manny Machado, o también podrían terminar de adquirir a Asdrubal Cabrera o Wilson Ramos, quienes ya han estado jugando con el equipo y que son toleteros que ayudarán a la camada de peloteros jóvenes.

Harper tiene un promedio de por vida de .246, 184 cuadrangulares, 521 carreras impulsadas, 608 anotadas y 74 bases robadas en seis años en las Grandes Ligas.

Manny Machado tiene un average de por vida de .282, 175 vuelacercas, 510 empujadas, 520 anotadas y 53 anotas en seis años en Las Mayores.

Con alguno de estos cuatros jugadores se podría considerar que el equipo podría optar por el título de la División del Este o por el comodín de la Liga Nacional. Solo quedará esperar a que finalice esta temporada y que se hagan los cambios correspondientes para la mejoría del equipo. 


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