Ni a los aviones, toros u otras fobias comunes; a lo único que de verdad le teme Oswaldo Guillén es a una cosa: que los Tiburones de La Guairarompan con la sequía de títulos sin él. Ese escenario hipotético le aterra a tal punto que no le importaría ser el batboy del equipo mientras pueda ser parte del final de la larga espera. Por suerte para él, su papel no es tan humilde como el del hombre que recoge los bates. Él es el manager de la organización.

Guillén conoce bien la responsabilidad. Y con ella se presentó ayer en el Estadio Universitario para tomar el mando de los escualos, que ya han cumplido una semana de preparación para la campaña 2017-2018. Como dicta la costumbre, el estratega realizó un meeting con sus peloteros y cuerpo técnico. Lo demás fue rutina: observar el trabajo de los infielders, evaluar a los lanzadores y expresar su anhelo de ver a la divisa celebrar al final de la temporada.

“Mi familia, los peloteros y la gerencia saben que yo tengo una cosa en mente: quiero estar aquí hasta quedar campeón”, afirmó en medio del entrenamiento salado. “El año pasado me sentí orgulloso de este equipo porque peleó hasta lo último. Lo malo es que al final no hicimos nada porque a mí no me pagan para ir a los playoffs, sino para quedar campeón”.

Guillén y los Tiburones estuvieron en la semifinal de la zafra anterior. Les fue difícil, pero lo consiguieron. Cayeron en la primera serie ante los Caribes de Anzoátegui, luego vencieron a los Tigres de Aragua en el juego por el comodín y perdieron en cinco compromisos con los Cardenales de Lara. Al menos el timonel admitió que aprendió de su primera experiencia como manager en Venezuela.

“Tengo más optimismo que el año pasado porque ya tengo la experiencia y hay peloteros que ya saben qué es lo que buscamos”, comentó el otrora campocorto de La Guerrilla guairista de los ochenta. “En toda liga gana el equipo que tenga el mejor pitcheo. Hay una clave en esta liga que no conocía el año pasado: debes tener buenos brazos del cuarto al séptimo inning. Si no los tienes, no funcionas. En eso debemos mejorar esta vez”.

Guillén quiere esperar más incorporaciones y evaluar brazos para comenzar a tomar decisiones. No obstante, admitió que por el momento la primera opción para abrir el juego inaugural la tiene Edgmer Escalona. “Hay que esperar”, dijo.

Abierto a volver a las mayores

El estilo de dirigir de Oswaldo Guillén impactó tan fuertemente a las Grandes Ligas que su nombre siempre suena cuando un equipo comienza a buscar un piloto. Este año ha sido apuntado en Detroit. Un reportaje delDetroit Free Press lo sugirió como candidato para ser el manager de los Tigres el próximo año, y él tiene las ganas. “Si se da la oportunidad, me gustaría”, dijo. “De MLB siento que no salí por la puerta grande que quería. No me siento insatisfecho por mi carrera, pero todavía no he salido como quiero”. Guillén fue manager de los Medias Blancas de Chicago desde 2004 hasta 2011 y ganó la Serie Mundial en 2005. Luego dirigió a los Marlins de Miami en 2012.


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