Casi todos los equipos de la liga han sido apabullados por los Leones del Caracas, dueños del primer puesto en la tabla de posiciones. Lo único que evita el dominio general de los melenudos ha sido la resistencia de los Navegantes del Magallanes, el conjunto que ha encontrado la fórmula secreta e inimitable para sacarle resultados favorables a los capitalinos.

La de los eléctricos no es una leve opresión, sino una férrea dictadura sobre su acérrimo enemigo. Han vencido en los seis encuentros entre ambas novenas en la campaña. El último laurel fue anoche, ante 20.636 personas que llenaron el Estadio Universitario. Los filibusteros se impusieron 5 a 1.

El hombre que dirigió el timón al triunfo fue el abridor John Lamb. El zurdo fue dominante durante 5.1 innings; de hecho, no toleró imparables hasta el quinto capítulo, cuando el boricua Anthony García disparó la bola al jardín izquierdo.

Si bien el serpentinero de los Angelinos de Los Ángeles de Anaheim –que regresó a Estados Unidos después de la faena– fue casi indescifrable por los bates felinos, no tuvo tanto tino. Dio cinco bases por bolas y tal descontrol, aunado con un elevado de sacrificio de Félix Pérez en el sexto pasaje, desembocó en la única rayita que aceptó.

“Venezuela me ha dado una gran experiencia. No creo que sea mi última salida aquí, espero volver muy pronto”, señaló el siniestro, ganador del compromiso. “Mi plan es regresar después del Día de Acción de Gracias, tal vez la próxima semana. Quiero regresar. No tengo un secreto contra Leones, solo salgo a lanzar”.

La labor de Lamb fue apoyada tempranamente por los cañones de la galera. Luis Torrens y Daniel Palka les dieron las dos primeras anotaciones a los vencedores en el segundo acto, con sencillo y doble, respectivamente. Todo el daño cayó en el grandeliga Albert Suárez, que cargó con el revés.

Magallanes pisó el plato en dos oportunidades más en el cuarto tramo. Los encargados de remolcar las rayitas fueron Ronny Cedeño y Mario Lissón, quien también fletó otra en el sexto. El inicialista fue el máximo enemigo ofensivo de los avileños al irse de 3-2, con dos empujadas y una anotada.

Quedan solo tres encuentros entre los Eternos Rivales. Esa es la oportunidad que tiene el Caracas para evitar perder todos los juegos ante el Magallanes. De lo contrario, ocurrirá el segundo “zapatero” en la historia de la perenne enemistad.


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