Sencillo. Ameno. Emotivo. Con todos estos alicientes contó el acto que organizó la empresa Gerencia Numeritos Deportivos conjuntamente con LineUp Internacional y Maltín Polar para hacerle entrega oficial de los trofeos a los jugadores que resultaron premiados al final de la campaña 2018-2019 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

El evento, que se desarrolló en un lujoso hotel de la ciudad de Valencia, estado Carabobo, se desarrolló con la presencia del gran núcleo de toleteros galardonados, todos miembros de los equipos de los Navegantes del Magallanes y Cardenales de Lara, quienes mantienen su disputa las semifinales del circuito nacional.

La gran vedette de la jornada resultó el estadounidense Delmon Young, ficha de los navieros, ganador de dos bonitas estatuillas que lo acreditaron como el Productor del Año y el Jugador Más Valioso.

El introvertido toletero no expresó con su rostro la satisfacción que sintió por tales condecoraciones, tal y como lo manifestó minutos después de recibirlas en una breve tertulia que sostuvo con un comunicador social del país, mientras ambos estaban sentados en las comodidades de un sofá posado sobre la tarima ideada por los anfitriones y que hicieron de la ceremonia aún más placentera.

“No estaba pendiente de los logros individuales. Solo vine para ayudar a mi equipo a conseguir la victoria. Claro, para mí es un honor recibir estos premios, pero los pongo en segundo plano porque el objetivo siempre fue el título”, señaló Young.

Tripulación sobresaliente. La gran campaña del Magallanes, líderes absolutos de la ronda regular, tuvo distintos factores que la hicieron posible. Una de ellas, si discusión fue el aporte de Delmon Young; aunque contó con otras grandes actuaciones que no pasaron inadvertidas y terminaron como la escuadra que acaparó la mayoría de las distinciones individuales entregadas zafra tras zafra.

La oportuna llegada de Luis Dorante como timonel luego de un inicio turbulento, también fue fundamental para que anclaran seguro en la postemporada. Desde la recalada del falconiano se evidenció un cambio drástico que los llevó del quinto al primer lugar de la tabla. Dicha actuación le valió a Dorante para adjudicarse su tercer Premio Alfonso “Chico” Carrasquel al Manager del Año.

“No fue fácil el hecho de tomar el mando y tener que reemplazar a Omar Malavé que es un gran amigo y además un tremendo manager. Lo primero que hice fue hablar con él para luego reunirme con los jugadores, les dije que teníamos que darle una vuelta entera a nuestra situación. Le dimos vuelta a los roles de todos, sobre todos a los integrantes del bullpen y eso fue definitivo para que todo marchara como marchó”, manifestó el mandamás filibustero.

Las palabras de Dorante en cuanto sus lanzadores terminan por darle la razón cuando se verifica cómo terminó siendo el rendimiento de los mismos, sobre todo lo de hombres como Wilfredo Boscán y Pedro Rodríguez, cuyas campañas fueron de igual manera distinguidas con el Regreso del Año y el Cerrador del Año, respectivamente.

“Me preparé física y mentalmente porque sabía que venía en cambio y tenía que realizar un buen trabajo como el que hice. Al principio fue un poco difícil porque no podía encontrar las victorias, aunque no me frustré, mantuve la concentración, trabajando con sesiones de bullpen y cuando lanzaba trataba de atacar la zona y gracias a Dios al final salieron los resultados”, dijo Boscán.

Rodríguez, por su parte, fue más corto y preciso al señalar que convertirse en el mejor apagafuegos de una temporada era una de sus metas pendiente y agradeció a los Navegantes por el tamaño de la responsabilidad que le otorgaron. “Sin el aporte de mi familia esto no hubiese sido posible”, dijo.

El único tripulante acreedor de un gallardete que no pudo estar presente para recibirlo fue el joven Moisés Gómez, Novato del Año del certamen, quien debió marcharse precipitadamente para Estados Unidos y cumplir con unos compromisos con su organización de los Rays de Tampa. Su padre, el señor Manuel Gómez, fue el encargado de asistir en su nombre.

Crepusculares en la cúspide. Los Cardenales de Lara también tuvieron su gran cuota de jugadores con un desempeño notable en lo extenso de la fase eliminatoria, en la que concluyeron como el segundo conjunto mejor ubicado con miras a los playoffs. El cubano Jorge Martínez, el dominicano Ricardo Gómez y el venezolano Francisco Arcia lucieron con sus actuaciones; los dos primeros desde la lomita y el último detrás del plato.

Martínez cumplió con el axioma de que “la tercera es la vencida” luego de convertirse en el Lanzador del Año tras dos campañas anteriores en las que se quedó corto en las votaciones al finalizar como tercero y segundo. El antillano fue el as de la rotación del manager José Moreno y se ratificó como uno de los más dominantes del torneo.

“Debo darle gracias a la gerencia y a mis compañeros, que siempre me tendieron la mano. Yo no gané este premio solo, sin el aporte de ellos no hubiese sido posible”, expresó Martínez antes de reconocer la manera en cómo le ha tomado el pulso a la LVBP. “Lo primero fue saber a quiénes me estaba enfrentando. Esta es una liga en la que hay que estar haciendo ajustes constantes porque todos los equipos son ofensivos, no hay uno débil. La clave es el trabajo diario”, concluyó.

Para el quisqueyano Gómez, el premio tuvo un sabor aún mas especial. Recordó que tuvo alejado por lo menos cinco años de la pelota, aunque siempre se mantuvo confiado en que podía regresar. “Siempre estuve convencido que iba a volver. Dios me ha puesto siempre en los lugares adecuados y hoy estoy aquí en una gran liga como la de Venezuela”.

En tanto, Francisco Arcia completó un gran año beisbolistico particularmente hablando. En 2018 se convirtió en un nuevo grandeliga y logró ocupar espacio en los diarios estadounidenses con su prolifera irrupción que constó de 2 jonrones y 10 carreras impulsdas en sus primeras 2 actuaciones.

Llegó a territorio venezolano a uniformarse por primera vez con los crepusculares y su valía fue tanta, que cerró como el Receptor del Año por sus intervenciones defensivas y su gran manera de llamar al juego con sus lanzadores. “Es un logro personal que me llena de mucha satisfacción. Me sirve para enseñar a los jóvenes y niños a que nunca se den por vencidos”, enfatizó.

Grandes entre grandes. De manera sorpresiva, al menos para los medios y el resto de las personas que se dieron cita a la gala, el comité operativo de Numeritos Gerencia Deportiva, representado por los periodistas Héctor Cordido y Fernando Arreaza, en complicidad de Mikel Pérez directivo de LineUp Internacional, anunciaron el surgimiento de un par de reconocimientos especiales a modo de homenaje póstumo a los fallecidos jugadores José Castillo y Luis Valbuena.

Bajo un emotivo ínterin en el que las lagrimas y los aplausos no se hicieron extrañas, Ildemaro Vargas, también ficha de Cardenales, se quedó con la primera y única edición del premio en honor al “Hacha”, denominado como “El Joseador del Año”, que reconoce la entrega y la intensidad de un jugador sobre los terrenos de juego.

“Para mí representa más que un honor recibir este trofeo que lleva el nombre de quién yo le decía ‘mi hermano’. El fue uno de los que más confió en mí. Cuando yo inicié en Caribes el estaba allí y me decía que yo iba a ser un gran jugador. Me halaba las orejas cuando yo no hacía las cosas bien. Le tuve y le tendré mucho respeto y donde quiera que esté quiero decirle que lo llevaré siempre en mi corazón y que siempre será el hacha de Venezuela”, expresó entre lagrimas el popular “Caripito”.

Asimismo, la memoria de Luis Valbuena fue honrada con el premio al “Grandeliga del Año”, que de acuerdo con palabras de Arreaza, cubre al pelotero con el perfil del zurdo cardenalero, quien a pesar de cumplir varias temporadas de largo alcance en la MLB, siempre mostró la disposición de participar en la LVBP y Jesús Aguilar encajó perfectamente para conquistar el laurel.

Aguilar participó en más de 130 juegos con los Cerveceros de Milwaukee y vino a participar con los Tigres de Aragua no ocultó su sorpresa por haber sido seleccionado, aunque reconció su satisfacción, porque reconoce el compromiso que siempre ha mostrado para con la liga.

“La LVBP le ha aportado mucho a mi carrera. Mientras yo pueda seguir viniendo lo voy a hacer, salvo una restricción muy fuerte”, comentó Aguilar.


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