En el despacho de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional había el jueves un documento redactado por el Comité Antidopaje que decretaba a Jesús “Cacao” Valdez como positivo, debido a que no se le logró realizar los exámenes de rigor por irregularidades. Era el circuito el que iba a tener la última palabra en el procedimiento. Al final, la liga amparó al jardinero de los Navegantes del Magallanes.
De acuerdo con un comunicado publicado en el portal de la LVBP, el procedimiento contra el dominicano, que fue iniciado el 30 de noviembre, durante el encuentro entre los filibusteros y los Leones del Caracas, fue dejado “sin efecto. Pues no se cumplió con las disposiciones, procedimientos y formalidades previstas en el Programa Antidopaje”, rezó la misiva.
La operación encabezada por el Comité Antidopaje fue considerada “írrita” y “la negativa del jugador de no tomarse la muestra no se considera violatoria”, agregó el comunicado. No obstante, la LVBP también dio la orden para que Valdez se sometiera a la prueba antidoping.
“Para concluir con la polémica que se puede haber creado por la aplicación incorrecta del procedimiento realizado por el Comité Antidopaje”, continuó el reporte. “La Junta Directiva de la LVBP le solicitará al Comité que proceda a la toma de la muestra del jardinero Valdez”.
Según dos fuentes, durante el procedimiento inicial, en el choque entre los Eternos Rivales, el equipo Magallanes fue el que colocó peros a la forma del Comité al realizar la prueba, no el jugador.
La comisión encargada de tomar las muestras apeló al artículo 17 del Programa Antidopaje, que puntualiza las “causas razonables”, en donde los examinadores tienen la potestad de llevar a cabo pruebas a determinado pelotero sin presentar argumentos, pues es una forma de descartar cualquier tipo de anomalía.
La campaña de Valdez ha sido llamativa por ser el mejor bateador en la temporada. Amaneció el viernes como líder en carreras impulsadas (52), segundo en vuelacercas (15) y primero en OPS (sumatoria de embasado y slugging) con 1.067.
Los números del quisqueyano lo conducen a ser uno de los candidatos al premio Jugador Más Valioso, un galardón que no ha sido ganado nunca por un jugador de la galera turca.