En noviembre del año pasado no existían buenos pronósticos en el clubhouse de los Leones del Caracas. Y no se necesitaba ninguna pitonisa para predecir un desenlace catastrófico: no existía un buen ambiente en las intimidades del equipo, el pitcheo estaba entre los peores de la liga y el récord era de 14 ganados y 23 perdidos. La unión de semejantes plagas es la peor pesadilla para cualquier novena del Caribe.

La vuelta que le ha dado el mundo al sol, desde aquellos días hasta la actualidad, ha traído un cambio radical. Ahora todas las proyecciones auguran vida en enero y quién sabe si más allá. Los melenudos ocupan el primer puesto de la clasificación con un registro de 24-12, sin contar el juego de anoche contra el Magallanes.

El presagio de una clasificación a los playoffs está argumentado por el camino que resta de la ronda regular: incluyendo el careo contra los turcos, los capitalinos deben ganar solo 8 de 27 encuentros para culminar la fase eliminatoria con foja de 32-31; tales cifras, en una liga como la LVBP, casi siempre significan un ticket para la postemporada.

Más allá del desempeño de la novena en el terreno de juego, para la gerencia es difícil conseguir diferencias con respecto al año pasado. El propio Luis Ávila, presidente de la organización, es el primero en enarbolar esa premisa.

“Quizá este año se ha encontrado un trabajo más de equipo y se han conjugado bien las directrices y la ejecución”, expuso el directivo. “Pero la metodología de trabajo ha sido fundamentalmente la de siempre. La única diferencia ha sido la receptividad en darle oportunidades a jóvenes en desarrollo, tipo (Alexander) Palma, acción que en el pasado no se quiso implementar. En todo caso, las cosas han salido bien hasta ahora y esperamos tener un buen resultado en lo que falta de campeonato”.

Palma, quien es tomado como ejemplo por Ávila, es solo una de las “sorpresas” que buscaba el manager Mike Rojas en la pretemporada. El jardinero ha bateado para .324 de promedio e impulsado 15 carreras, y también ha demostrado buena defensa en la pradera izquierda. No obstante, no ha sido el único pelotero novato que ha funcionado. Los brazos Israel Cruz y Francisco Carrillo han lucido bien, con efectividades de 1.04 y 1.35, respectivamente.

Los números globales también favorecen a la manada. Ayer amaneció como el segundo equipo en bateo colectivo (.291), el segundo el pitcheo (3.61). Sus abridores ostentaban un promedio de carreras limpias por cada nueve entradas de 3.68 y sus relevistas de 3.62.

“Los peloteros son los que tienen el crédito de todo esto, no es algo solo del manager”, comentó Rojas. “Los peloteros son los que se preparan y ejecutan en el terreno. Yo solo tomo las decisiones y armo el lineup. Lo que puedo decir es que hemos jugado bien y es por eso que estamos en el primer lugar”.

El próximo año, y todo lo que hay en él, como la final de la temporada, resulta una incógnita. Pero 2017 y la ronda regular pinta bien para Leones.


Palma, Basabe y Robinson, bajo lupa

Leones del Caracas ha tenido la fortuna de esquivar lesiones graves, con excepción de la del boricua Henry Ramos, en los albores de la temporada. No obstante, hay algunos peloteros en condición de día a día. Alexander Palma tuvo el día libre ayer. El manager Mike Rojas decidió darle descanso para evitar una lesión en la corva derecha, afectada por molestias leves. El prospecto Alexander Basabe sufre de dolores en una de las rodillas y fue sacado del roster semanal por el lanzador derecho Yoimer Camacho, mientras que el jardinero Trayvon Robinson también está bajo observación por afecciones en la corva derecha.

Algunos que esperan entrar en la nómina pronto son los lanzadores Lindsey Caughel y el dominicano Robinson Layer, quienes lanzador una práctica de bateo en vivo ayer. También ha comenzado a enfrentar bateadores el slugger Jesús Aguilar.


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