A Eusebio Torres, padre de Gleyber Tor res, no le costó mucho recordar el momento en el que su hijo tuvo el primer contacto con algo relacionado con el beisbol.
Ocurrió pocos días después del nacimiento del niño, el 13 de diciembre de 1996. «Le regalamos un pequeño uniforme de los Leones del Caracas», rememoró el papá del prospecto número uno de los Yanquis de Nueva York, el segundo mejor del beisbol, según MLB, y el quinto, de acuerdo con el ránking de Baseball America.
El fanatismo de Torres por los melenudos resultó más evidente mientras crecía. Fantaseaba con ser Omar Vizquel en una pirueta imposible, al fin y al cabo el ganador de once Guantes de Oro cubría su misma posición, el campocorto. Ese amor infantil murió a los 15 años, con su contrato profesional con los Tigres de Aragua.
Pero Torres es un predestinado y una característica de ello es que la mayoría de las cosas siempre saldrán a su favor. Desde hace dos semanas su nombre comenzó a sonar en las oficinas del Caracas.
Las negociaciones vieron los frutos ayer, pues la promesa pasó a la nómina melenuda, mientras que los bengalíes recibieron a los experimentados lanzadores Guillermo Moscoso y Víctor Gárate.
«Estoy bastante emocionado con este cambio. Siempre crecí con la mentalidad de ser parte de Leones», le comentó el torpedero del Scranton Wilkes-Barre RailRiders, sucursal Triple A de los mulos, al departamento de prensa capitalino. «Pasaron distintas situaciones, pero ahora las cosas se están dando como siempre las quise y estoy super emocionado y orgulloso de poder estar ahora con los Leones».
Al ver el estatus de Torres, el interés de los Yanquis de que pueda defender la titularidad del campocorto y el valor que posee, es válido hacer una pregunta: ¿Obtendrá el permiso de jugar en la LVBP? ¿Y si lo logra, por cuánto tiempo será? Una fuente cercana al pelotero afirmó que en noviembre se podrá ver a Torres por el Estadio Universitario. Las palabras fueron confirmadas por el mismo campocorto, así como por los directivos caraquistas.
«He estado en conversaciones con mi agente. Tocamos varios puntos y en diciembre, con el favor de Dios, voy a estar uniformado o posiblemente un poco antes», informó Torres.
«Vamos a ver cómo se dan las cosas. Son muchos sueños y metas que tengo».
También hay objetivos para los Yanquis para unos meses. La organización no descarta una promoción del novato a Grandes Ligas antes de la expansión del roster a 40.
«Según lo hablado hay interés de los Yanquis en que complete su desarrollo en invierno. Debería jugar este año, por un tiempo limitado», declaró Luis Ávila, en la nota capitalina.
«Lo más importante es que él quiere jugar, es fanático y su organización nos ha dicho no estar cerrados a su actuación en Venezuela».
El cambio responde a la necesidad de Torres de jugar en un equipo de la capital para estar cerca de su familia. Los Tiburones mostraron interés, pero prefirieron mantener en la nómina a Carlos Sánchez, pieza apetecida por Aragua y eso le dio más ventaja al conjunto capitalino.