El protagonismo de los venezolanos en las Grandes Ligas se certifica año tras año, jornada tras jornada. Son muy pocos los días de beisbol en los que los nacidos en la misma tierra de Luis Aparicio Montiel no se hagan sentir ya sea desde la lomita o desde el cajón de los bateadores.

Aunque la presente campaña ha sido un poco atípica, si se toma en consideración que los focos de las cámaras han apuntado hacia blancos distintos a los tradicionales José Altuve, Miguel Cabrera y Félix Hernández.

En esta zafra existe un grupo de “héroes anónimos” que ha emergido para figura y posicionarse en la élite de las mayores, tales son los casos de Eduardo Escobar, Jesús Aguilar, Eugenio Suárez y José “Cafecito” Martínez.

Precisamente el primero de la lista es noticia, porque ayer fue desigando por la MLB como el Jugador de la Semana de la LigaAmericana por su alto desempeño entre el 4 y el 10 de junio.

El maracayero, que en mayo sufrió un bajón ofensivo, aprovechó el periodo para resurgir con sus números y ayudar a los Mellizos de Minnesota a terminar con récord balanceado de tres victorias y tres derrotas.

Escobar dejó promedio de .462, con 2 jonrones, 8 dobles, 1 triple y remolcó 8 carreras la semana pasada. Solo Altuve dejó mejor average con el en el nuevo circuito, pero en los demás departamentos nadie pudo superarlo.

Para Eduardo Escobar es la primera vez, en sus ocho temporadas desde que hizo su estreno en la gran carpa, que obtiene el nombramiento; además es el segundo venezolano que lo consigue esta temporada, después de que Gleyber Torres lo consiguiera entre el 21 y el 27 de mayo, también en la Americana.

Por poco. Solo Paul Goldschmidt impidió que el premio Jugador de la Semana de ambos circuitos tuviera el sello venezolano. El primera base de los Cascabeles de Arizona se llevó los honores en la Liga Nacional y privó a José “Cafecito” Martínez de quedarse con el premio.

Martínez, al igual que su paisano Escobar, tuvo su mejor cosecha en un periodo de siete días, en el que comandó a los Cardenales de San Luis.

El Cafecito bateó para .600, producto de 12 imparables en 20 turnos, de los cuales cuatro fueron cuadrangulares y un doble. Asimismo, remolcó a nueve compañeros y anotó seis veces.

Goldschmidt en cambio dejó una línea ofensiva de .640 de average (de 25-16), con 4 vuelacercas y 11 fletadas.


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