El primer encuentro de la gran final del beisbol venezolano discrepó mucho de lo que se esperaba en una serie que enfrenta a los dos equipos más ofensivos de la liga a lo largo de la temporada.
No fueron los batazos precisamente los grandes protagonistas; al contrario, fue el pitcheo el que copó la escena en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, en donde Caribes de Anzoátegui doblegó 4 por 2 al local Cardenales de Lara.
Tampoco era tan difícil imaginar que eso iba a suceder. Si sobre la lomita estuvieron dos de los mejores lanzadores del torneo y, aunque no brillaron como en sus actuaciones previas, hicieron lo suficiente como para mantener a sus rivales a raya.
Junior Guerra no se vio tan solvente como en las semifinales; tuvo bastante movimiento sobre las almohadillas, pero cumplió con 5.2 innings de dos rayitas permitidas. 
Por los visitantes, el importado Daryl Thompson tuvo una actuación de características similares a la de Guerra, a pesar de que pudo mantenerse en el morrito solo cinco entradas completas, en las que recibió también par de carreras.
Thompson pudo haberse ido muy temprano a las duchas si Cardenales tan solo hubiese producido un batazo de largo alcance durante las varias amenazas que hizo en su contra. 
Los pajarracos conectaron hasta 10 imparables, pero solo uno de ellos sirvió para empujar carreras. De hecho, ese pudo haber sido un out, pero una equivocación defensiva de Alexi Amarista y Balbino Fuenmayor permitió que se convirtiera en un batazo válido.
Caribes por esa parte fue más certero con sus flechazos. Las pocas opciones que tuvieron las concretaron, incluida la que tuvo René Reyes en la parte alta del octavo episodio frente a los envíos del mexicano Alejandro Soto, al que parado al lado derecho del home plate le conectó largo cuadrangular hacia las gradas de la izquierda, que sirvió para fletar las dos anotaciones de la victoria.
Los indígenas también contaron con una buena labor de los relevistas. Entre la que se destaca la de la más reciente adición, Logan Darnell, con 1.2 capítulos inmaculados.
Liarvis Breto, Mayckol Guaipe y el estadounidense Nick Struck, tal y como sucedió en la serie contra Leones, se exhibieron intraficables y diluyeron las esperanzas cardenaleras.


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