Once aperturas tuvo que esperar Anibal Sánchez para volver a saborear las mieles del triunfo como grandeliga. El maracayero no sabía lo que era ganar un juego en MLB desde el 1 de agosto de 2017, cuando lo hizo frente a los Yanquis de Nueva York, con el uniforme de los Tigres de Detroit.

Por suerte, ayer pudo cortar la cadena adversa con gran actuación en la victoria que obtuvo su nuevo equipo, los Bravos de Atlanta, 4-0 sobre los Cachorros de Chicago.

Sánchez trabajó 6.0 entradas en blanco en las que solo toleró 3 imparables, regaló 1 base por bolas y ponchó a 6 rivales. Su efectividad mejoró a  1.29, en tres presentaciones en la campaña con el uniforme de los “tomahawks”.

El derecho de 34 años de edad tuvo que recorrer un complicado camino y superar obstáculos para retornar al apartado de los ganadores en la planilla final de un encuentro. En el receso entre temporadas trabajó para hacerlo y en primeras instancias lo está logrando.

El maracayero acumula ya 14 entradas con los Bravos, en las que solo ha permitido 2 carreras, otorgado 6 boletos y abanicado a 12 rivales. Un solo jonrón es el que ha recibido, cifra que puede considerarse llamativa, si se toma en consideración que fue una de sus principales falencias la campaña anterior, cuando permitió 26 en 105.1 innings trabajados.

La retaliación. Un buen augurio para Atlanta. El aragüeño les ha pagado con creces la confianza depositada sobre sus hombros tras haberle brindado la oportunidad de mantenerse en las mayores, justo después de haber sido dejado libre en plenos entrenamientos primaverales por los Mellizos de Minnesota.

De hecho, Sánchez no tenía un inicio de campaña tan fructífero desde la zafra 2013, que terminó siendo la mejor con el uniforme de Detroit, con los que dejó marca de 14 lauros y 8 derrotas.En sus dos primeras aperturas de aquella temporada el venezolano dejó cifras muy parecidas a las de ahora: 1 victoria, 12 episodios, 13 ponches y 4 pasaportes.

Aunque lo más importante para Sánchez, y también para los georgianos, ha sido el ímpetu exhibido sobre el montículo, atacando rápido la zona de strike, lo que le ha servido para salir ileso frente a dos adversarios considerados de los más ofensivos en la Liga Nacional, como lo son los propios oseznos y los Rockies de Colorado.

En el duelo de ayer el experimentado toletero le ganó el duelo de lanzadores nada más y nada menos que al japonés Yu Darvish, quien fue castigado por los bateadores bravos, menos por el zuliano Ender Inciarte.

El jardinero continúa inmerso en un inicio lento con el madero y no pudo aportar en cuatro turnos, hecho que hizo descender a .179 su promedio con el madero.Por los Cachorros, a Willson Contreras le fue de manera similar que a su compatriota y no corrió con mayor suerte en las cuatro oportunidades que compareció frente a los lanzadores.

Los Bravos de Atlanta continúan como uno de los equipos revelación del Este y el triunfo significó el octavo de la incipiente temporada, en la que inesperadamente se ubican segundos en la División Este de la Liga Nacional, por detrás de los Mets de Nueva York.


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