Avisail García llegó a Chicago en medio de un slump, con una ofensiva tan fría como el clima que esta semana se vive la Ciudad de los Vientos. Y allí, en medio de emociones encontradas, como él mismo describiría luego, su madero se encendió, se montó en .300 y dejó un mensaje entre líneas a los Medias Blancas, que quizás se equivocaron al dejarle ir en diciembre, como agente libre.
García castigó a sus antiguos compañeros con ocho hits en tres encuentros, mientras sus Rays de Tampa Bay aseguraban otra serie victoriosa y se marchaban entre sonrisas.
Su average, que estaba en .167 antes del triple duelo, amaneció este jueves en .308, luego de 39 turnos. El hombre que incluso quedó en la banca días atrás, como fórmula para quitarle presión en plena sequía, es otro, después de pasar por su viejo hogar.
“Se siente muy bien, pero yo siempre trato de hacer mi trabajo y ayudar a mi equipo, eso es todo”, señaló a FOX Sports Florida ante la obvia pregunta sobre su revancha contra los patiblancos. “Todos estamos haciendo una muy buena labor, tanto en el pitcheo como en la defensa y el bateo. Tenemos un muy buen club”.
Los acuáticos sorprendieron el año pasado con un equipo joven y en reconstrucción, que habría entrado en los playoffs de haber jugado en cualquier otra división. Por lo visto en este inicio de zafra, están dispuestos ya a dar un paso adicional.
García puede ser una de las piezas que ayuden en ese camino, aunque por lo pronto los reporteros deseaban saber más sobre los sentimientos encontrados que vivió esta semana, especialmente tras dar su primer cuadrangular del torneo precisamente allí.
“Fueron muchas emociones”, confesó sobre su recorrido alrededor de las almohadillas y su rendimiento en general. “Fue especial. Claro que fue especial. Estoy feliz”.
Admitió el anzoatiguense que nunca vio venir la decisión de los Medias Blancas, que optaron por no ofrecerle arbitraje y dejarle partir.
“La verdad, sí me sorprendió un poco, pero las cosas son como son”, terció García, que firmó poco después con Tampa Bay. “Así es el beisbol y yo trato de mantenerme enfocado, a pesar de eso”.
Su línea de .308/.341/.410 sugiere que los frutos de ese enfoque empiezan a aparecer.