Muy pocas veces en Grandes Ligas se ha visto que la condición de local desempeñe un papel tan predominante como en esta Serie de Campeonato de la Liga Americana.
Los equipos dueños de casa, como es de esperarse, han tomado la motivación extra que les otorga el jugar frente a su fanaticada, y esa tendencia quedó ayer más que evidenciada.
Luego de una actuación gris de visita en el Yankee Stadium, los Astros de Houston, de regreso al Minute Maid Park, reaccionaron y vencieron a los Yanquis de Nueva York 7-1 para igualar a tres juegos la serie que definirá quién será el rival de los Dodgers de Los Ángeles en la Serie Mundial.
Justin Verlander volvió a destacar apaciguando a los Bombarderos por siete entradas completas sin carreras y dejó todo en manos de la ofensiva, que finalmente despertó del letargo.
Fue el venezolano José Altuve quien lideró el ataque sideral al irse de 4-2 con jonrón y trío de impulsadas.
Lo que se inició como un gran duelo de lanzadores entre Verlander y Luis Severino, terminó convirtiéndose en un festival de batazos para los texanos, que luego de cuatro episodios no tenían imparables en la pizarra.
En la quinta entrada el dominicano Severino titubeó y eso benefició a la escuadra dirigida por A. J. Hinch. Un par de boletos, un doble impulsor de Brian McCann y un sencillo de Altuve, con el que rompió la cadena de 12 turnos sin imparables, sirvieron para ponerse adelante 3-0.
Los Yanquis amenazaron inning tras inning con meterse en la competencia frente a Verlander, pero el batazo oportuno nunca llegó. El experimentado lanzador siempre tuvo el pitcheo apropiado para escapar de la situación.
En la octava entrada Aaron Judge acercó a los mulos con cuadrangular solitario, que significó el tercero para él en la serie.
Houston, queriendo evitar una debacle para las entradas finales, respondió rápidamente gracias al bate de Altuve, quien con su quinto jonrón de la postemporada abrió las compuertas de un rally de cuatro rayitas para dejar a los neoyorquinos sin opciones de volver en el partido.
El otro criollo en acción, Marwin González, jugó como jardinero izquierdo y se fue en blanco en tres oportunidades.