El verano es, para muchos, una de las mejores estaciones del año. Es época de vacaciones (al menos para los niños) y es cuando podemos disfrutar de largas horas al aire libre. Nuestra piel se oscurece y nos sentimos más sanos, sin los habituales resfríos y gripes que trae el invierno.

¿Pero qué otros efectos tiene el calor en nuestro cuerpo?

Aquí te contamos algunos que quizás no conocías

1. Mal aliento

El calor excesivo puede provocar deshidratación y ésta, a su vez, tiene un efecto colateral bastante desagradable: puede hacer que tengas mal aliento. Cuando te deshidratas, tu boca se seca. Las bacterias entonces se acumulan porque no hay suficiente saliva en la boca para arrastrarlas.

«Resulta obvio, pero necesitamos beber más líquido en los meses más calurosos, porque el cuerpo pierde naturalmente más agua por medio de la transpiración», explica el experto en halitosis Harold Katz.

«Si a esto le sumas el consumo de medicinas para la rinitis alérgica (provocada por el polen), las dietas de moda del verano, un aumento en la práctica de ejercicios al aire libre y una sobreexposición al sol, todo esto puede aumentar el problema».

2. Un cuerpo más fuerte

Si sientes que el sol te está dando más fuerza, estás en lo cierto. Nuestro cuerpo produce vitamina D de manera natural con la exposición al sol. Esta vitamina ayuda a que tu cuerpo absorba calcio y fósforo de tu dieta, y esto fortalece los huesos, los dientes y los músculos.

Por esta razón, las autoridades sanitarias —sobre todo en los países donde los inviernos son más largos y tienen menos horas de luz— recomiendan tomar suplementos de vitamina D en los meses más oscuros, pues la falta de luz de sol puede hacer que tus huesos se tornen más frágiles.

Según señala la página del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS), no se sabe cuánto tiempo debemos exponernos al sol para producir una cantidad suficiente de vitamina D, ya que esto varía de acuerdo a una serie de factores como el color de piel, la cantidad de piel expuesta, nuestra dieta y el lugar geográfico.

Por ello recomiendan ser cuidadosos a la hora de tomar el sol y utilizar un protector solar antes de que la piel se enrojezca.

3. Dejas de transpirar, si el calor es excesivo

La temperatura normal del cuerpo es entre 37ºC y 38ºC, pero si has estado sometido a altas temperaturas por un tiempo prolongado o has estado haciendo esfuerzo físico cuando hace demasiado calor, la temperatura de tu cuerpo puede subir hasta alcanzar los 40ºC.

En ese caso, se produce lo que se llama golpe de calor. Esta es la forma más grave de la lesión por calor, explica la página de la Clínica Mayo, y debe tratarse como una emergencia.

Cuando el cuerpo alcanza esa temperatura, el sistema que la regula reduce su funcionamiento y uno deja de transpirar, porque el cuerpo trata de conservar agua alrededor de los órganos vitales.

Si sospechas que alguien está sufriendo un golpe de calor, llama a emergencias. Luego trata de bajarle la temperatura aplicándole hielo en la ingle y en las axilas, que es donde están localizadas las arterias cruciales.


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