«Son los peores músicos de la historia».

Eso fue lo primero que pensó Quincy Jones, reconocido como uno de los grandes productores musicales de la historia, sobre la banda británica The Beatles.

Así se lo contó el estadounidense a Vulture, un sitio del medio New York Magazine,este miércoles durante la promoción de un nuevo documental de Netflix, que se estrenará el próximo mes coincidiendo con su 85 cumpleaños.

«Eran unos malditos que no sabían tocar. Y Paul McCartney el peor bajista que había escuchado jamás», le dijo al periodista David Marchese.

Aunque la peor opinión la guardó para Ringo Starr. «¿Ringo? Ni me hables de él».

Entre otros, Jones hizo los arreglos de Love Is a Many Splendored Thing, incluida en el disco Sentimental Journey, el debut en solitario de Starr en 1970.

«Ringo había trabajado tres horas en una parte de cuatro compases para mejorar la canción», recuerda.

«Pero no lo lograba. Así que nosotros le propusimos: Tío, ¿por qué no te tomas una cerveza con limón, comes un pastel de carne, y te relajas por una hora y media?».

En ese intermedio Jones llamó al baterista de jazz, el también británico Ronnie Verrell, para que llegara al estudio.

«Ronnie vino en 15 minutos e hizo pedazos el trabajo de Starr», evocó el productor.

Y cuando Starr regresó, le pidió a George Martin, al que se conoce como «el quinto Beatle», que volviera a tocar la canción.

«George lo hizo, y Ringo entonces exclamó ’Eso no sonó tan mal’  a lo que le contesté: Claro, maldito. Es porque no fuiste tú quien la tocó», explicó.

«Buen tipo, sin embargo».

U2 y Michael Jackson

Al hacer un repaso a su carrera, Jones no solo tuvo palabras críticas para aquellos con los que trabajó.

Así, elogió a Cream, el rock power trio que encabezó el británico Eric Clapton en los sesenta, el movimiento tropicalista o Tropicália, representado en Brasil por Gilberto Gil y Caetano Veloso a fines de esa década, y la habilidad para la guitarra del cofundador de Microsoft, Paul Allen.

Pero fue solo un paréntesis.

Jones continuó con su retahíla de críticas, primero contra la banda irlandesa U2.

«Quiero a Bono, el líder de U2, con todo mi corazón, pero hay demasiada presión sobre la banda», le aseguró a Marchese.

Y luego arremetió contra Michael Jackson, uno de los artistas con los que más trabajó y quien con su álbum Thriller le dio ocho de los 27 premios Grammy que ha ganado en su carrera.

«Odio decir esto públicamente, pero Michael robó mucho. Robó muchas canciones. State of Independence, la versión de 1982 de Donna Summer, y Billie Jean», que Jackson y él coprodujeron.

«Las notas no mienten, tío. Era maquiavélico».

Sin embargo, cuando el periodista del New York Magazine le preguntó si alguna de sus producciones tuvo un mal resultado, Jones fue tajante.

«¿Pero de qué carajo hablas?», le espetó a Marchese. «Nunca tuve ese problema. Todos eran grandes».

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