Empecemos por el comienzo, es decir, por el gol que le dio a Croacia el pase a la final del Mundial de Rusia.
Cuando los croatas marcaron este miércoles su segundo tanto que les dio la victoria frente a Inglaterra (2-1), de inmediato todos corrieron a abrazarse en varios puntos de la cancha del estadio Luzhniki de Moscú.
Sin embargo, los más efusivos se fueron a una esquina de la cancha, donde suelen estar los fotógrafos para captar los goles del encuentro.
Allí, en una silla, estaba sentado el fotógrafo salvadoreño Yuri Cortez, enviado por la agencia AFP a Rusia 2018.
En una breve entrevista con el diario Récord, Yuri Cortez comentó que vio que los jugadores iban hacia él.
Cambió su cámara para poder disparar con un lente gran angular, para abarcar más espacio y poder tomar así fotografías más cerca.
Yuri Cortez puso un lente gran angular para poder tomar la acción de los deportistas desde cerca.
«Sentí cómo la silla se venía abajo, pero siempre estuve tomando la foto, entonces les tomé fotos cuando estaban encima de mí», contó.
Al final, los jugadores se disculparon con el salvadoreño, que por un momento se debió sentir como el doceavo integrante del equipo que derrotó a Inglaterra y se enfrentará contra Francia el domingo 15 de julio de 2018.
«Después se dieron cuenta que podían haberme hecho un daño y me preguntaron que si estaba bien»
«Se dieron cuenta que podían haberme hecho un daño y me preguntaron que si estaba bien».
Yuri vivió su minuto de fama, al punto de que sus colegas fotógrafos apuntaron sus cámaras y retrataron el momento en que fue sepultado por la selección croata.
Cortez acabó siendo protagonista involuntario de un momento histórico para los croatas.
