Son los dos candidatos más distintos en disputarse la presidencia de Colombia en toda la historia de este país.

Por un lado está Iván Duque, abogado, con estudios en EE UU y representante de Centro Democrático, el partido del expresidente Álvaro Uribe.

Al frente se encuentra Gustavo Petro, economista formado en Europa, exmiembro del movimiento guerrillero M19, excongresista y exalcalde de Bogotá.

El primero es identificado con la derecha, mientras el segundo se ubica en la izquierda del abanico político colombiano.

Uno propone un modelo económico de libre mercado con énfasis en la explotación de recursos naturales como el petróleo, mientras el otro sostiene que hay que hacer una transición hacia un nuevo tipo de economía basada en la producción local y las energías renovables.

Para la analista y profesora de Ciencias Políticas Sandra Borda, la elección de este domingo no tiene comparación en la historia de Colombia.

«Es la primera elección en la que una opción de izquierda puede llegar al poder. Nunca hubo agendas así de distintas», explica Borda.

La experta añade que en este país «la izquierda siempre quedaba relegada a los últimos lugares de la preferencia electoral».

País dividido

El analista político y periodista Gustavo Rugeles afirma que nunca antes vio un país con tal nivel de polarización.

«Yo cuando hablo con un taxista, una vendedora de dulces o un mesero encuentro que todos tienen opiniones políticas muy polarizadas», indica Rugeles.

En los últimos días se han multiplicado las manifestaciones populares a favor de uno y otro candidato. Foto: EPA

El analista añade, sin embargo, que esta división debe considerarse como un elemento positivo para Colombia.

«Efectivamente era lo que muchos colombianos estaban esperando. Que las elecciones permitan mostrar las distintas caras que tiene el país y no la misma», indica.

Rugeles señala que las elecciones en Colombia solían mostrar muy pocos matices y que eran más disputas entre una misma clase de poder.

«A mí me parece positivo que el país que tenga dos candidatos que muestren diferentes visiones de país», concluye.

Por ello Rugeles sostiene que en estos comicios pesará más el voto denominado de opinión que el de «las maquinarias», que es como se dice en Colombia a la forma de obtener votos a través de alianzas con líderes regionales y prebendas.

El analista añade que sea quien sea el ganador este domingo representará un cambio para el país, pues ambos candidatos representan innovación en la clase política.

Buenas señales

Que en Colombia la izquierda y la derecha se enfrenten por primera vez es una buena noticia para los expertos consultados por BBC Mundo.

Sin embargo, no es la única señal positiva, afirma el escritor Juan Álvarez.

«Es una elección singular. La primera vuelta probó que son las elecciones más pacíficas y eso mismo las convierte en algo histórico», explica.

Gustavo Petro se comprometió a respetar los acuerdos de paz firmados con las FARC. Foto: AFP

Álvarez apunta que estos comicios presentan los mejores indicadores de seguridad en las últimas tres o cuatro décadas, al menos.

«Tenemos la menor tasa de escaramuzas guerrilleras. El tema de la seguridad es algo que siempre nos marcó», explica el experto.

El escritor sostiene que, más allá de la disputa ideológica, lo destacable es que no hay tantas posibilidades de violencia ni temor de que suceda algún incidente este domingo, algo que sí existía en anteriores ocasiones.

El asunto de la paz

El trasfondo de las elecciones de este domingo es el asunto de la paz.

Los acuerdos firmados por el gobierno de Colombia con la exguerrilla de las FARC ha sido el gran tema que debate la clase política colombiana en los últimos años.

De hecho, ambos candidatos tienen diferencias profundas al respecto.

Iván Duque propone revisar los acuerdos firmados con las FARC. Foto: EPA.

Mientras Iván Duque sostiene que lo pactado en 2016 debe ser revisado, Gustavo Petro se comprometió a respetar lo firmado por el gobierno de Juan Manuel Santos «letra por letra».

En criterio de la politóloga Sandra Borda, sin el proceso de paz un candidato como Gustavo Petro jamás podría haber llegado hasta esta instancia decisiva.

«Esto se explica por el fin del conflicto armado con las FARC. Por eso la izquierda colombiana puede actuar con mucha más libertad que antes», indica la experta.

Borda explica que en las últimas décadas el conflicto armado ocasionó que todo lo que pueda denominarse de izquierda sea matizado.

Para Gustavo Rugeles, el proceso de paz hizo que quedaran expuestas las diferentes visiones de país que existen en Colombia.

Añade que antes el conflicto armado acaparaba el debate evitando que opciones alternativas a la clase política tradicional crezcan.

Gustavo Petro sumó el apoyo de líderes progresistas colombianos en las últimas semanas. Foto: AFP

«No lo mataron»

Si bien es la primera vez que un candidato de izquierda llega a disputar la presidencia colombiana en segunda vuelta, eso no significa que no hayan existido políticos de esta tendencia en el pasado.

La diferencia, explica Juan Álvarez, es que a estos candidatos los fueron asesinando sistemáticamente.

«En Colombia sí ha habido confrontaciones de rangos ideológicos importantes, pero siempre hasta que mataban al candidato como es el caso de Carlos Pizarro o Luis Carlos Galán», explica el escritor.

Álvarez recuerda que tanto Pizarro, líder del M19, como Galán, disidente liberal, fueron «candidatos serios a la presidencia».

«Lo particular de esta elección es que el candidato de izquierda no fue asesinado y sí disputará los comicios de este domingo», concluye el experto en historia de Colombia.


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