Las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela no solo han dejado al país sin su mayor cliente y fuente de ingresos.

También han sembrado desconfianza en el resto de posibles compradores de su producto estrella, el petróleo, que temen verse afectados por estas penalizaciones si comercian con Nicolás Maduro, a quien muchos Estados no reconocen como presidente de Venezuela.

Ante este escenario, los campos de crudo venezolano producen cada vez menos y el mes pasado arrojaron apenas 1,10 millones de barriles diarios, según los datos de S&P Global Platts.

La cifra no solo supone una caída de 60.000 barriles diarios respecto a enero, sino también el punto más bajo de la industria petrolera venezolana desde inicios de 2003, cuando una huelga mermó su actividad, según esta empresa de información y análisis del sector de las materias primas.

10,8 millones de barriles se encontraban en puertos venezolanos a espera de clientes los últimos días de febrero, según S&P Global Platts.

Hasta diciembre del año pasado, la mayor parte de ellos hubiera ido a parar a EE.UU. Pero ahora que esta posibilidad está descartada, las esperanzas de poder venderlos recaen en un país más lejano: India.

La nación asiática acaba de ascender un escalón hasta ocupar la primera posición en la lista de compradores de crudo venezolano, pese a las presiones de EE UU para frenarla.

¿De dónde viene la relación comercial entre India y Venezuela y por qué se ha vuelto tan importante?

Venezuela necesita encontrar nuevos clientes para el crudo que EE UU ya no le comprará

Gran demanda de combustible

Solo China supera en población a India, donde más de 1.340 millones de personas generan una demanda de combustible enorme.

En un país donde el crecimiento anual promedio superó el 7% durante la última década; vehículos, casas y fábricas requieren una cantidad de energía tan grande, que la nación asiática se ha convertido en pocos años en el tercer mayor importador de crudo en el mundo.

En una imagen de 2016, Maduro con el director de la compañía de gas de India entonces

No es de extrañar entonces que los indios recurran a una amplia variedad de países para surtirse de petróleo: Irak, Arabia Saudita, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, México, Brasil, Rusia e incluso a socios a quienes otros evitan, como Irán y Venezuela.

PDVSA, la petrolera estatal venezolana, ha vendido a India un promedio de 424.000 barriles diarios cada año entre 2012 y 2017, según un informe reciente del centro de investigaciones Wilson Center.

Dos semanas después de que EE UU anunciara las sanciones, el presidente de la compañía Manuel Quevedo, viajaba a Nueva Delhi en lo que muchos medios de comunicación calificaron de «visita sorpresa».

Allí, asistió a un evento del sector energético y se reunió con las autoridades indias. «Las relaciones con India continuarán, el comercio continuará y simplemente expandiremos todo el comercio y las relaciones», dijo.

Quevedo también ofreció a los indios el uso de otros sistemas de pago, «como el intercambio de bienes», para evitar así que los pagos queden retenidos si pasan por el sistema bancario estadounidense o por alguna entidad que tenga una fuerte presencia en ese país, como dictan las sanciones.

Manuel Quevedo dice que las relaciones con India continuarán.

El resultado fue que, ese mes, India se convirtió en el mayor comprador de crudo venezolano con una adquisición de entre 500.000 y 600.000 barriles diarios, como explicó la semana pasada a BBC Mundo Hari Seshasayee, el autor del informe del Wilson Center.

¿No le preocupa a India que las sanciones le afecten?

A corto plazo

Según Seshasayee, el incremento de la compra de crudo venezolano es algo que solo se dará a corto plazo y se debe, más que todo, al «gran descuento» que Caracas le está haciendo a Reliance Industries y Nayara Energy, las dos petroleras indias privadas que importan crudo venezolano.

Reliance Industries es un conglomerado indio presente en sectores tan diversos como la energía y los textiles. Su presidente y mayor accionista, Mukesh Ambani, se alzó el año pasado con el título de «hombre más rico de Asia» con una fortuna de cerca de US$41.000 millones, según la revista Forbes.

Nayara Energy pertenece desde mediados de 2017 a Rosneft la petrolera estatal rusa. Entre otros accionistas tiene a Trafigura, una firma suiza que, hasta antes que se anunciaran las sanciones, servía de intermediaria a Venezuela, comprándole crudo que revendía a China y Estados Unidos, según la agencia de noticias Reuters.

La producción de crudo venezolana no había estado a un nivel tan bajo desde 2003

Reliance Industries y Nayara Energy poseen las refinerías más grandesde Indiay unas de las más modernas del mundo, capaces de trabajar con el petróleo extra pesado que tanto abunda en Venezuela. Así, se evitan la necesidad de conseguir diluyentes para hacerlo más ligero y que hasta ahora había que comprarle a EE UU

Además, los indios pagan en efectivo a diferencia de China y Rusia, con quienes el gobierno de Maduro tiene grandes deudas que se ve obligado a solventar con crudo.

Por último, en caso de tener que recurrir al trueque, India es un país que ofrece una industria variada que abarca desde productos derivados del petróleo hasta medicina, como recordó la analista del sector del petróleo de la consultora noruega Rystad Energy, Paola Rodríguez-Masiu.

Presiones de EE UU

Sin embargo, los expertos consultados por BBC Mundo dudan de que PDVSA vaya a ser capaz de recolocar en India los 500.000 barriles diarios que vendía a los estadounidenses.

EE UU ha estado presionando a India para que deje de comprarle petróleo a Venezuela.

Ambas naciones llevan un tiempo enfrentadas en una guerra comercial. A principios de este mes, EE.UU. anunció que dejaría de dar un estatus preferencial a India que actualmente le permite exportar a ese país bienes por un valor total de 5.600 millones de dólares sin pagar impuestos.

«Le estamos pidiendo a India lo mismo que a todos los países: No sean la cuerda salvavidas económica del régimen de Maduro», afirmó Pompeo

Los negocios con Venezuela fueron tratados en una reunión celebrada en Nueva York el lunes entre el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el secretario de Relaciones Exteriores indio, Vijay Gokhale.

«Le estamos pidiendo a India lo mismo que a todos los países: No sean la cuerda salvavidas económica del régimen de Maduro», afirmó Pompeo a la prensa.

Tanto Seshasayee como el especialista en estudios energéticos y ambientales del Consejo Indio sobre Relaciones Globales Gateway House, Amit Bhandari, creen que si Washington aumenta la presión sobre Reliance Industries y Nayara Energy, ambas dejarán de negociar con Caracas.

«En el caso de India, no es el gobierno quien negocia con Venezuela, sino las compañías petroleras… Si una empresa infringe las sanciones estadounidenses,puede recibir una penalización muy grande, como le pasó al banco BNP Paribas cuando le impusieron una multa de 8.900 millones dedóalres por no respetar las sanciones sobre Irán, Corea del Norte y Cuba», recordó Bhandhari esta semana en una entrevista con el servicio indio de la BBC.

«La alternativa de perder acceso a la infraestructura financiera estadounidense es impensable. Dados estos hechos, yo creo que es muy probable que las compañías reduzcan sus compras con Venezuela como resultado», añadió.


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