Durante muchos años, el deseo de Emmerson Mnangagwa de suceder a Robert Mugabe como presidente de Zimbabue fue un secreto a voces.

Pero Mugabe parecía más interesado en jugar al despiste, un día promoviéndolo a altas posiciones en el partido dirigente, Zanu-PF, y aumentando los rumores de que era su «heredero» natural, y otro día degradándolo por mostrar sus ambiciones abiertamente.

Después de que Mugabe lo destituyó de su cargo como vicepresidente, la paciencia del hombre conocido en el país como «el cocodrilo» finalmente se acabó.

Mugabe lo acusó públicamente de «traición» y los simpatizantes del «cocodrilo» en las fuerzas de seguridad, donde él hizo su carrera, intervinieron a su favor.

Mnangagwa ayudó a dirigir la guerra de independencia en los 70 y luego se convirtió en el jefe de los espías durante la guerra civil de los 80, en la que miles de civiles murieron.

Él ha negado haber tenido algún papel en la masacre de civiles y ha responsabilizado al ejército.

Pero quien espere que una presidencia de Mnangagwa ponga fin a los abusos de derechos humanos en el país, puede estar equivocado.

Sus críticos afirman que el hombre de 71 años tiene las manos manchadas de sangre. Se ha ganado el apodo de «cocodrilo» debido a su astucia política y su facción en el partido dirigente, Zanu-PF, es conocida como «Lacoste».

El jefe de las Fuerzas de Defensa de Zimbabue, el general Constantino Chiwenga (izquierda), es un aliado de Mnangagwa | Foto: AFP

¿Quién es Emmerson Mnangagwa?

Se le conoce como el «cocodrilo» por su astucia política.

Recibió entrenamiento militar en China y Egipto.

Fue torturado por las fuerzas de Rhodesia (nombre que recibió Zimbabue cuando fue colonia británica, de 1923 a 1980).

Ayudó a dirigir la guerra de independencia en los 70.

Se convirtió en jefe de los espías del país durante la guerra civil de los 80.

Se le ha acusado de planear ataques contra simpatizantes de la oposición en las elecciones de 2008.

Quienes pelearon en la guerra de independencia de Zimbabue en los 1970 han monopolizado el poder en el país desde entonces | Foto: AFP

Quienes lucharon en la guerra de los años 70, como Mnangagwa, han monopolizado el poder en Zimbabue.

Se pensaba que Mugabe estaba preparando el camino para que su esposa, Grace, lo sucediera como presidente.

Los militares, temerosos de perder su influencia con Grace en el poder, intervinieron para evitarlo. El miércoles tomaron el poder en Zimbabue y pusieron bajo arresto domiciliario a Mugabe.

Además, el domingo, Zanu-PF destituyó al veterano mandatario como líder del partido y nombró en su lugar al exvicepresidente.

Sin hacer mención a su dimisión, Mugabe dio un mensaje televisivo el mismo día, en el que dijo que presidiría el congreso de Zanu-PF en diciembre pese a que acaba de ser cesado como líder.

El partido del mandatario le dio hasta el lunes para que presentara su renuncia. Pasado el plazo, se comenzó a preparar el juicio político para su destitución.

Y en la misma sesión en la que se iba a dar inicio al «impeachment», se leyó la carta de Mugabe presentando su renuncia.

Horas después, representantes del partido gobernante anunciaron para las siguientes 48 horas la juramentación de Mnangagwa como presidente.

Temible reputación

Mnangagwa nació en Zvishavane, región del centro de Zimbabue, y pertenece al subgrupo karanga dentro de la mayoritaria comunidad shona.

Los karanga son el grupo más grande dentro de los shona y algunos creen que ha llegado su turno en el poder, tras 37 años de dominación por parte del grupo zezuru, al que pertenece Mugabe.

Mnangagwa se ganó su temible reputación durante la guerra civil que estalló en la década de 1980, entre el partido Zanu, de Robert Mugabe (izquierda), y el partido Zapu, de Joshua Nkomo (derecha) | FOTO: GETTY IMAGES

Según un informe de Naciones Unidas de 2011, Mnagagwa era visto como el «arquitecto de las actividades comerciales del Zanu-PF».

Pero a pesar de su papel para reunir dinero, Mnangagwa, un abogado criado en Zambia, no es querido por las bases de su propio partido.

«Es un hombre muy cruel, muy cruel», asegura un veterano de la guerra de independencia de Zimbabue que trabajó con él durante muchos años.

Otro miembro de Zanu-PF dijo: «Tú crees que Mugabe es malo, pero ¿has pensado que quien venga después de él podría ser aun peor?».

Mnangagwa se ganó la reputación de ser un hombre temible en la guerra civil entre el partido Zanu, de Mugabe, y el Zapu, de Joshua Nkomo.

Como ministro de Seguridad Nacional, Mnangagwa estaba a cargo de la Organización Central de Inteligencia, que trabajó mano a mano con el ejército para reprimir a Zapu.

Miles de civiles inocentes murieron antes de que los dos partidos se unieran para formar el Zanu-PF.

Pese al Acuerdo de Unidad de 1987, las heridas siguen siendo dolorosas y muchos funcionarios del partido y votantes se mostrarían reacios a apoyar una presidencia de Mnangagwa.

Pero Mnangagwa tiene apoyo entre los veteranos de guerra que ejecutaron una campaña de violencia contra los granjeros blancos y la oposición a partir del año 2000.

Lo recuerdan como el hombre que, tras ser entrenado en China y Egipto, dirigió la lucha por la independencia en la década de 1970.

También fue a la Escuela de Ideología de Pekín, dirigida por el Partido Comunista de China.

Su página oficial dice que fue torturado tras ser arrestado por el gobierno de minoría blanca en la antigua Rhodesia, en 1965, después de que la «pandilla de cocodrilos» que él dirigía ayudara a hacer explotar un tren.

Conspiración del helado

Mnangagwa había sido destituido anteriormente en 2005, cuando era secretario de Administración de Zanu-PF, cargo que le había permitido colocar a sus seguidores en posiciones clave del partido.

El despido siguió a los informes de que Mnangagwa había estado haciendo una campaña muy intensa para ser vicepresidente.

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Pero después de que Mugabe perdió la primera ronda de las elecciones presidenciales contra su rival de larga data Morgan Tsvangirai en 2008, se rumoreó que Mnangagwa había planeado la campaña política de Zanu-PF, coordinando los vínculos del partido con el ejército y el servicio de inteligencia.

Las organizaciones militares y de seguridad del Estado lanzaron una campaña de violencia contra los partidarios de la oposición, dejando cientos de muertos y forzando a miles a dejar sus hogares.

Tsvangirai se retiró de la segunda vuelta y Mugabe fue reelegido. Mnangagwa no comentó las acusaciones de que estuvo involucrado en la planificación de la violencia.

Los militares creen que Mugabe pretendía lograr que su esposa, Grace, lo suceda en la presidencia de Zimbabue | FOTO: GETTY IMAGES

Pero un miembro del departamento de seguridad del partido aseguró poco después que Mnangagwa era el vínculo político entre el ejército, el servicio de inteligencia y Zanu-PF.

«Organiza la campaña que vincula a la seguridad y al partido. Mugabe lo escucha en todo», dijo en ese momento.

Eso obviamente ha cambiado.

Su rivalidad con Grace tomó un giro extraño cuando cayó enfermo en agosto y tuvo que ser transportado en avión a Sudáfrica.

Sus partidarios sugirieron que un grupo rival dentro de Zanu-PF lo había envenenado y parecieron culpar a los helados de la empresa de lácteos de Grace Mugabe.

Pero parece que al enfrentar a Mnangagwa, no había calculado bien las fuerzas de cada uno.


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