s_bbcws.prop25=»[domain]»;s_bbcws.prop45=»[language]»;Al menos 17 personas murieron en un incendio de enormes proporciones que devoró en la madrugada del miércoles la Torre Grenfell, un edificio de viviendas del centro-oeste de la capital de Reino Unido.

Más de 70 personas fueron trasladadas a distintos hospitales. Varias por haber inhalado humo, según dijo la policía. De ellas, 37 continúan hospitalizadas y 17 se encuentran en una situación crítica.

Muchas personas continúan desaparecidas. De hecho, se desconoce qué ha pasado con familias enteras que habitaban el edificio.

Los bomberos trabajaron durante toda la noche del miércoles tratando de apagar lo que quedaba de fuego.

Los últimos reportes señalan que pudieron llegar al último piso del edificio, pero no han conseguido revisar todo el bloque.

A los residentes más vulnerables se les llevó a centros de acogida de emergencia, otros fueron llevados a iglesias y a centros deportivos y comunitarios.

Fuentes de los bomberos de Londres informaron que es probable que no encuentren más sobrevivientes y que la cifra de muertos se incremente.

«Esta será una larga y compleja operación de recuperación. Y anticipo que el número de fallecimientos tristemente puede aumentar», dijo el comandante de la Policía Metropolitana Stuart Cundy.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo que el incendio en la Torre Grenfell se declaró como un «incidente serio».

Tanto el revestimiento del edificio, recientemente reformado, así como un refrigerador que explotó, han sido mencionados por los vecinos como posibles desencadenantes del fuego.

Sin embargo, el jefe bomberos Dany Cotton aclaró que todavía no se conoce qué causó las llamas.

Cotton describió el incendio «sin precedentes»: «Nunca vi (un incendio) de tales dimensiones en mis 29 años de carrera», declaró.

Algunos de los testigos de la tragedia dijeron que varios vecinos, atrapados en el edificio, trataron de salir por las ventadas y que tiraron a varios niños de ellas con la intención de salvarlos.

Por su parte, el periodista de la BBC Andy Moore, quien llegó a la zona poco después de que se declarara el incendio, explicó que vio cómo las llamas devoraban prácticamente todo el edificio.

Simon Lederman, también periodista de la BBC, dijo que la torre podía verse quemándose «desde kilómetros de distancia».

Los testigos del incendio dijeron que vieron luces -presuntamente de teléfonos móviles- parpadeando en la parte superior del bloque de pisos.

«Vimos caer restos del edificio, escuchamos explosiones, y oímos el sonido del vidrio que se rompe», explicó Andy Moore.

Dan Daly, oficial de la Brigada de Bomberos de Londres, dijo que los efectivos estuvieron «trabajando muy duro en condiciones muy difíciles para hacer frente a este incendio».

«Es un incidente serio y muy grave y hemos desplegado numerosos recursos y unidades especializadas».

Los médicos del Servicio de Ambulancia de Londres, especialmente entrenados en cuidados médicos que salvan vidas en entornos peligrosos, también fueron enviados al lugar.


Preocupaciones de seguridad

Según el Consejo de Kensington y Chelsea, la Torre Grenfell contiene 120 apartamentos en sus 24 pisos y es administrado por la Organización de Gestión de Inquilinos de Kensington y Chelsea (KCTMO, por sus siglas en inglés).

Fue construido en 1974, pero fue sometido a un proceso de renovación de dos años que terminó el año pasado.

El trabajo incluyó un nuevo revestimiento exterior y un sistema de calefacción comunitario y costó en total unos US$12,7 millones.

El grupo local de Acción de Grenfell había denunciado, mientras la remodelación estaba en curso, que la torre tenía riesgo de incendio y los residentes habían advertido que el acceso para vehículos de emergencia estaba «severamente restringido».

La BBC no ha podido ponerse en contacto con la compañía que administraba la propiedad en las horas transcurridas desde el incendio.

Ante esto, Nick Paget-Brown, del Consejo de Kensington y Chelsea, pidió »investigar a fondo para determinar la causa del incendio y por qué se extendió tan rápido».

Por su parte, Jim Fitzpatrick, quien fuera ministro laborista y bombero, se preguntaba cómo es posible que haya ocurrido una tragedia de tales dimensiones.

«¿Cómo pudo pasar esto en el Londres del siglo XXI, después de lo ocurrido en Southwark en 2009 (seis personas murieron en un incendio en un bloque de viviendas similar)?», dijo ante los medios.

«¿Cómo es posible que haya ocurrido de nuevo? ¿Y qué podemos hacer para que deje de pasar?».


George Clarke, presentador del canal de televisión Channel 4, le dijo a la BBC: «Me está cubriendo la ceniza, así de mal está».

«Estoy a 100 metros y estoy totalmente cubierto de cenizas», agregó.

«Rompe el corazón. He visto a alguien haciendo señales con linternas en lo alto y obviamente no pueden escapar».

Tim Downey, otro testigo, le dijo a la BBC que una parte del edificio estaba «completamente quemada».

«Se ha quemado hasta el mismo núcleo. Se ve muy mal, muy mal. Nunca vi algo así. Es un fuego enorme», agregó.

«El edificio entero se está desmoronando. Sólo hay humo negro».


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