LeBron James sigue agrandando su leyenda. El alero de Akron, Ohio, superó este miércoles a Michael Jordan y se convirtió en el cuarto mejor anotador en la historia de la NBA. Un hecho que trae una vez más a colación quien de los dos es mejor.

Las comparaciones siempre son odiosas. Así que primero nos remitiremos a los números. Sobre el papel y revisando las estadísticas, James parece llevarle la delantera al hoy propietario de los Charlotte Hornets. Más puntos (32.311 a 32.292); más asistencias (8.584 a 5.633); mayor cantidad de rebotes (8.820 por 6.672) y un porcentaje de aciertos de campo superior (50,4% a 49,7%).

Ahí no hay discusión. James gana, y de largo. Pero la ex estrella de los Chicago Bulls tuvo otra dimensión. Era como de otra galaxia. Revolucionó el juego. Globalizó la NBA. Acaparó la atención. Dio otro impacto a la liga. Y todo ello en menos temporadas (15).

Para empezar Jordan debutó con 21 años de edad. Pero no porque quiso, sino porque antes se enroló en sus estudios dentro de la Universidad de North Carolina. James, en tanto, aprovechó para saltar del High School a la NBA con apenas 19 primaveras. Allí, la ahora estrella de los Lakers, parte con cierta ventaja.

Jordan además decidió incursionar en el beisbol y se perdió la temporada 1993-1994. Regresó para la campaña 1994-1995 y solo pudo participar en 17 compromisos. Pero después de allí se puso la capa y no hubo quién lo parara. Junto a su fiel escudero Scottie Pippen llevó al equipo de Illinois a tres cetros consecutivos (1996-1997-1998). En ese lapso no se perdió ni un solo compromiso y cuando menos puntos promedió fue en la 1997-1998 con 28,7 tantos por partido.

Además logró lo que ningún otro deportista: cobrar más de 30 millones de dólares, monto inédito para la época, pero que tratándose de él, no había excusa para no pagárselos. ¿Y cómo no? Más allá de Pippen, Jordan no contó con otras figuras rutilantes a su lado.

Luego de conseguir en 1998 el sexto anillo de campeón, Su Majestad se volvió cansar y dijo basta. Se ausentó de los tabloncillos hasta 2001 cuando decidió regresar, pero ya no con los Bulls sino con los Washington Wizards. Allí en la capital de Estados Unidos estuvo dos campañas sin éxito alguno hasta que otra vez y con 39 años de edad (2003) decidió que era el final de su carrera.

Una carrera más que prolífera y que terminó con su exaltación al Salón de la Fama en 2009. 17 participaciones en el Juego de Estrellas, 5 MVP, 10 títulos como mejor anotador, Novato del Año, seis veces Más Valioso de las finales y pare usted de contar.

¿Qué habría pasado con Jordan y sus números si no se hubiese ausentado por 4 temporadas? Obviamente su leyenda sería más grande de lo que ya lo es hoy.

Así quedó la lista de los anotadores:

1. Kareem Abdul Jabbar (38.387)

2. Karl Malone (36.928)

3. Kobe Byant (33.643)

4. LeBron James (32.293)

5. Michael Jordan (32.292)

Leyendas

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