Paul Parrella es un alquimista cromático para quien pintar es un acto físico trascendental. El artista involucra cada músculo de su cuerpo e hilo de pensamiento en todos los trazos que dibuja sobre el lienzo. Mezcla colores con capas de obsesiones mentales y termina por exponer su intimidad en cuadros abstractos de gran formato en los cuales consigue versionar la realidad. Apuntes animales es su serie más reciente; en ella renueva planteamientos estéticos que han rondado en su cabeza por más de 10 años.

Collages y pinturas de formato generoso integran una muestra en la que las explosiones de color responden a un estado anímico conceptual. Parrilla, de 38 años de edad, utiliza cada fibra de emoción que su cuerpo revela para crear piezas que confrontan la capacidad crítica del espectador y renuevan el quehacer plástico contemporáneo. Cemento, tela, papel milimetrado, madera y colores marrones, naranjas, rojos y negros son sus soportes.

“Pintar para mí es comparable con boxear, cada vez el set se pone más difícil”, dice el artista de trayectoria internacional que nació en Cumaná. “No hay nada que facilite el proceso. No es una fotografía captada en segundos ni tampoco un videoarte que puede pasar por un proceso de edición. La pintura hay que hacerla. El pintor pone físicamente cada una de sus angustias a enfrentarse con el espectador”, agrega Parrella, quien hasta el año pasado, y por casi dos décadas, mantuvo su trabajo centrado en lo que definía como manchas pictóricas de la naturaleza, las cuales expresó en sus Anotaciones sobre el agua, la luz y el cielo.

Para la nueva serie, que se inaugura en Beatriz Gil Galería el domingo a las 11:00 am, el pintor se distancia del paisaje y da salida a sus impulsos más primitivos. “Este es un proceso más visceral, hay un conflicto más directo cuando pinto. Me paro literalmente sobre el lienzo y me permito transformar esa materia e invadir los soportes con las manos, sin pinceles”, revela y añade que por primera vez se permite experimentar en una exposición individual con materiales menos comunes en la expresión visual como el cemento, el cual mezcla con barniz y pintura para lograr acabados estéticos que conviven con el acrílico en la obra.

En Apuntes animales, Parrella además de presentar cuadros de gran formato, que para su montaje se dividieron en secciones, exhibe pequeños collages en los que indaga sobre el paso del tiempo. “La realidad se encuentra en permanente transformación y nosotros estamos en tránsito en esos cambios. Me interesa poder captar esos momentos que son imperceptibles para la fotografía o el video. Mi trabajo siempre tiene una conexión con lo efímero, con lo tácito. Me preocupo por lo que no está. Cuando hablo de la naturaleza, la gente piensa en montañas, cielos o mares, pero a mí me obsesiona la sombra que da el árbol o la nube”, dice el artista.

Parrella es licenciado en Artes Plásticas, mención Pintura, por el Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón, hoy Unearte. Por años ha expuesto su trabajo en las capitales latinoamericanas y en países como Alemania, China, Corea del Sur y Estados Unidos. Aparte de ser reconocido en las ediciones del Salón de Jóvenes Artistas Eugenio Mendoza, ha logrado estrechar amistad y crear vinculación artística con otros artistas del oriente del país como Starsky Brines, Enay Ferrer y José Vívenes con quienes presentó la que fue su última exposición del año pasado, Áspero, en la sala La Caja del Centro Cultural Chacao.


Apuntes animales

Beatriz Gil Galería, Las Mercedes

Horario: Lunes a viernes de 10:00 am a 7:00 pm

Sábados: 10:00 am a 4:00 pm

Domingos: 11:00 am a 2:00 pm

Entrada libre


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