Las penurias que padecen los venezolanos a diario volvieron a encontrar expresión artística en la obra de Dianora Pérez. La artista, ganadora del premio principal en el Salón de Jóvenes con FIA del año pasado, retoma temas como la violencia, la impunidad y la muerte. Perversiones y Despotismo ilustrado son dos exposiciones en las que la creadora vuelca un grito de denuncia cargado de referencias conceptuales.

Pérez, de 36 años de edad, abre el ciclo expositivo de 2018 de dos centros culturales de Caracas. En la Sala Mendoza, la artista presenta una compilación de piezas a la que se ha dedicado a lo largo de una década. La muestra se titula Perversiones y allí el espectador encontrará El libro rojoEl libro blanco,El libro azulEl libro dorado y El narcolibro. Son cinco piezas que pertenecen a la serie Dimensión fractal, en la que Pérez utilizó cifras de mortalidad, casos emblemáticos de corrupción, registros hemerográficos de la fuente de Sucesos y denuncias sobre atropellos en zonas forestales. Con este material creó publicaciones artesanales que hablan acerca de la fragilidad del mal y de la dificultad que se tiene que sortear para conseguir información oficial en Venezuela.

En algunos de los libros, que han sido galardonados con una mención honorífica en el Premio Eugenio Mendoza y en el Salón de Jóvenes con FIA, la artista además de utilizar la impresión tipográfica y el lenguaje braille, añade soportes como papel de seda, cartón y sellos. La producción de cada volumen le ha llevado hasta más de un año. En ese tiempo de elaboración, Pérez decidió aprovechar los restos de trabajos anteriores como nuevas formas de expresión que ahora se presentan en los espacios expositivos de la Organización Nelson Garrido, en una exposición titulada Despotismo ilustrado.

“Las muestras son una combinación de códigos braille, morse, sello de goma, entre otros que sí son legibles para la mayoría. En la ONG expongo las máculas de los libros que están en la Sala Mendoza”, indica la artista que mantiene las dos exhibiciones en la actualidad. “Están las piezas completas y también las hojas mal impresas, las plantillas para sacar formas, los positivos, entre otras cosas. Así se complementa la información que no se logra ver comúnmente y se muestra el proceso de fabricación”, añade.

En la ONG, a la exposición de máculas se añaden tres piezas de gran formato que reiteran el concepto sobre el cual la artista hace énfasis. Un mensaje entre nubes es una obra que estuvo en el Salón Aragua en 2011 en la que escribió en Braille la frase: “Quien muere en huelga, muere asesinado”. Las telitas del anexo es una instalación de 60 banderas blancas que rinde homenaje a la masacre de las 3.000 balas de la cárcel El Rodeo. Y en la composición de una serie de suelas de zapatos presenta un mensaje escrito en código Morse que se traduce así: “Las madres desfilan por la morgue esperando la entrega de sus víctimas”.

“La cotidianidad venezolana da para sacarle mucho a estos temas”, asegura Pérez, quien agrega que los nombres de ambas exposiciones aluden a las nuevas formas de presentar la realidad. “La complejidad de hacer este tipo de trabajo está en buscar formas para presentarlo a fin de que la gente realmente se siente a verlos. No quiero caer en el amarillismo, sino impulsar la reflexión del público a propósito de temas muy difíciles, y ello sin horrorizarlo, aunque sí puede que lo haga, pero como dicen: en lo sublime también está el horror”, puntualiza.


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