El lunes en la madrugada varios jóvenes pegaron en Altamira y Las Mercedes reproducciones de Venezuela, el horror, como se llama la obra realizada por Eduardo Sanabria, Edo, impulsado por el recrudecimiento de la represión en las recientes protestas.

“Vivimos tiempos difíciles. Un pueblo que sufre y quiere cambios en paz es reprimido brutalmente por un gobierno que hace rato dejó de tener sintonía con la legalidad y los derechos humanos. Delincuentes que ya no tienen más nada que perder se aferran a un poder que es efímero. A pesar de lo oscuro, de lo gris, vendrá el color a nuestro país, más temprano que tarde”, escribió en la leyenda de la imagen subida a Instagram el 27 de abril.

Sanabria cuenta que le inquietaba la idea de darle forma a todo ese sentimiento generado por las informaciones que recibía sobre lo ocurrido en Venezuela. “Pensé en una imagen que pudiera reflejar todo este momento trágico que atraviesa el país. No daba con ninguna, pero en la web encontré varios artículos sobre los 80 años del Guernica de Pablo Picasso. Hice la conexión, dibujé  y subí el resultado a mis redes. Todo eso generó diversos tipos de respuestas”, dice sobre Venezuela, el horror, obra que realizó inspirado en el cuadro del pintor español sobre el bombardeo a la población de Guernica durante la Guerra Civil Española.

Entre esas reacciones estuvo la de un grupo de jóvenes interesado en reproducirla y colocarla en varios puntos de Caracas. “Me dijeron que ellos se encargarían de todo. De la impresión  y de hacerla pública. Al final, midió dos metros de alto por cinco de ancho”, señala Sanabria, residenciado en Miami, Estados Unidos.

Una fue puesta al final de la Avenida Principal de Las Mercedes, en el muro cercano a la entrada de la autopista Francisco Fajardo, y la otra en la avenida Luis Roche de Altamira, a una cuadra de la Torre Británica, a pocos metros de donde murió el estudiante universitario Juan Pablo Pernalete la semana pasada, a causa del impacto de una bomba lacrimógena en su pecho que le paralizó el corazón.

“Por razones obvias de seguridad no diré quiénes fueron los que me contactaron. Son personas comprometidas con el país que tomaron la iniciativa. También estuvieron involucrados algunos artistas plásticos que están en el país”, manifiesta.

El caricaturista detalla: “Tiene algunos elementos claves. Por un lado están los violentos. Es una especie de manifiesto gráfico ante lo que consideramos es una dictadura abierta que no quiere entregar el poder. Esa violencia está reflejada en estos guardias con dientes horribles que no solo reprimen a un pueblo, sino a la paz, la justicia y la Constitución. Causan muerte y dolor. Hay también un muchacho que tiene la bandera con huecos, que significa los disparos a la población. También se refleja el carácter pacífico de la mayoría de quienes protestan. En la parte derecha hay una persona tocando un cuatro. Además, está Simón Bolívar con una luz muy grande y arriba el ojo de Dios, al igual que en el Guernica de Picasso, que simboliza la justicia divina”.

Por ahora el artista no tiene previsto realizar más obras con el objetivo de que terminen colocadas en alguna calle del país. “Aunque no lo descarto, no sé si una similar o más esperanzadora. Estamos viendo el horror, es cierto, por eso también quiero transmitir esperanza y fe para aguantar. Esto es una guerra de resistencia. Si no lo tenemos claro podemos cansarnos. Debemos aguantar porque esto puede continuar un buen rato”, afirma Sanabria, que desde el año pasado es también caricaturista de El Nacional.

Hay propuestas para exhibir en otros lugares de la ciudad Venezuela, el horror, pero aún evalúan las posibilidades y en qué lugares.


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