Jueves en la tarde. En el bulevar de Sabana Grande los transeúntes se detienen a ver al grupo de personas que, acostadas en el piso, protestan pacíficamente por la represión de los últimos días: “Por todos los que han caminado, por todos los que caminarán, por todos los que aún caminan, Venezuela se levanta”. Son las 4:00 pm. Durante 10 minutos, la performance intenta llamar la atención y brindar un mensaje de esperanza a todo el que escucha.
Han transcurrido 79 días de resistencia. Los venezolanos que salen a las calles a marchar en contra del gobierno de Nicolás Maduro han tenido que soportar la represión desmedida de la GNB y la PNB. Hasta el viernes el Ministerio Público tenía registrados 69 muertos y más de 1.000 lesionados.
Pero ni el uso excesivo de las bombas lacrimógenas, el agua de las ballenas ni los ataques con perdigones y metras han logrado disipar las manifestaciones. Al contrario. A pesar de que los riesgos cada día son mayores, han aparecido venezolanos con otras ideas para expresar el descontento. Sus armas no son otras que la música, la poesía y el teatro porque están convencidos de que la lucha puede ser pacífica.
Venezuela se levanta es una de las iniciativas que surgió a partir del taller “Acción y creación. Ideas para una protesta no violenta”, en el que Cheo Carvajal y Jaime Cruz, acompañados de la docente María Teresa Urreiztieta y el periodista Ángel Zambrano, analizaron acciones pacíficas realizadas en otros países e invitaron a los asistentes a formar mesas de trabajo para generar propuestas creativas.
“Está en el ambiente la necesidad de responder de otra manera. Hay que pensar las protestas desde la inteligencia y no desde la fuerza. La consigna ya no es ‘el que se cansa pierde’, pierde el que no piensa estratégicamente”, afirma Carvajal.
El resultado trascendió el taller de la librería Lugar Común de Las Mercedes. Desde entonces, un equipo integrado por personas de diversas edades y profesiones se reúne una vez por semana para revisar las acciones realizadas y presentar nuevas formas de lucha no violenta
Pensar en colectivo
El trabajo en equipo ha sido fundamental en la dinámica de las reuniones y la ejecución de las acciones. Se han convertido en un laboratorio de ideas –así lo define Zambrano– en el que todos comparten sus inquietudes y unen fuerzas para materializar sus propuestas.
“En protesta pacífica”, “Ni un chamo menos” y “El hambre no calla” son algunas de las frases que ha formado en lugares públicos el colectivo Dale Letra, que surgió en los talleres. Lo integran más de treinta personas preocupadas por la situación del país que decidieron diseñar un canal de comunicación para enviar un mensaje positivo a la sociedad.
“Cada una de las letras es una alegoría del sujeto social que es necesario para construir nuestro discurso. Pensamos que el país debe construirse así, en colectivo. Somos necesarios de la A a la Z. Si falta uno de nosotros, la palabra pierde sentido”, expresa Mariela Ramírez, miembro del grupo.
Las melodías también se han hecho presente. Artistas y personas relacionadas con el ámbito cultural se unieron para formar Alza tu Música, movimiento que expresa su rechazo al gobierno con acciones sorpresa en zonas populares de Caracas. “La música es el medio que utilizamos para comunicar un mensaje político que va en función del rescate de la democracia y el rechazo a la dictadura que estamos viviendo”, afirma Félix Allueva, promotor de la iniciativa.
El fin de semana pasado tomaron la redoma de Petare junto con Billete Alzao, grupo que elaboró una pancarta con 3.000 billetes de 2 bolívares para informarle a la comunidad que toda esa cantidad de papel moneda era menor a 1 dólar. Una forma diferente de mostrar el empobrecimiento de la población.
Difundir y replicar
Con un marco de cartón y un micrófono de utilería El Bus TV comenzó sus “transmisiones” en las unidades de transporte público de Caracas hace tres semanas. La idea tuvo tan buena acogida que fue replicada en Carabobo, Anzoátegui y Barinas, y se espera que llegue a otros estados del país.
“Procuramos tener las dos versiones de un hecho, tanto lo que dice el gobierno como la oposición. Intentamos mantener ese equilibrio, así podemos llegar mejor al público”, indica Claudia Lizardo, una de las fundadoras y que también funge de ancla del noticiero. Esta iniciativa ha sido una de las más celebradas debido a la censura y la autocensura que existe en los medios de comunicación del país.
Todas estas manifestaciones no escapan de la agresión de los cuerpos de seguridad del Estado. El 7 de junio el equipo de Dale Letra fue dispersado con bombas lacrimógenas cuando se encontraba en la avenida Victoria. “No nos persiguieron, no nos robaron ni nos metieron presos, pero violaron nuestro derecho a la protesta pacífica, señalado en el artículo 68 de la Constitución”, recuerda Zambrano.
A pesar de que la represión se intensifica cada día, asegura que el grupo continuará con sus acciones. “El compromiso es mayor”, dice. “Debemos subirle el volumen a nuestras manifestaciones. Mientras más terreno va ganando la violencia, más tenemos que estar en la calle. La violencia no suma, resta convocatoria y provoca que disminuya la participación”, finaliza el autor del libro Caracas desde el retrovisor.
El apoyo va más allá de los recursos
Quienes se han sumado a la iniciativa Protesta No Violenta aseguran que no reciben financiamiento de partidos políticos ni empresas. “Nuestras ideas no son costosas en ejecución. Nos estamos autofinanciando todo. El apoyo que recibimos es voluntario por parte de amigos y conocidos”, expresa Ángel Zambrano.
Los pocos recursos que han necesitado los obtienen por medio de colaboraciones de personas que creen en sus ideas y se involucran en los proyectos, más allá de solo aportar los materiales que se requieren para cada actividad.
A un mes del primer taller en la librería Lugar Común han sido más de una docena de propuestas las que se han discutido en las reuniones que se celebran una vez por semana. Canta el Pueblo, Las Piloneras y ProPAZífica son algunas de las iniciativas que se han sumado.