Fotografías de maquetas y composición plástica enmarcada. A simple vista parece un trabajo abstracto. Sin embargo, la conceptualización del acervo cultural del país se reconoce en el nombre de las piezas: Junta PatrióticaPacto de Puntofijo,Militares y civiles. La exposición Lecciones políticas de Alexander Apóstol propone una reflexión de las afiliaciones partidistas del venezolano, a partir de las nociones de identidad nacional construidas desde juegos estéticos.

“Los colores plantean una narrativa de los hechos políticos que nos explican”, señala el artista. En un recorrido por las definiciones de cultura, poder, política e historia, Apóstol –que no presentaba una muestra individual en el país desde hace 5 años– hace referencia a una acumulación de sucesos que se enmarcan en el contexto de la consecución del sueño democrático. “A pesar de que hemos logrado consolidar un proyecto político, la tensión entre los uniformes y los civiles siempre ha estado”, afirma.

La muestra que se inaugura el domingo en Beatriz Gil Galería está integrada por una videoinstalación titulada Contrato colectivo cromosaturado, la serie fotográfica Color is my Business y por el montaje Lecciones políticas, una extensión de la serie inicial. En toda la exposición, el artista conjuga la experiencia estética con una reflexión sobre la historia del período democrático venezolano desde 1941 hasta la actualidad.

La utilización de tonos de partidos políticos que lideraron la transición democrática después de que cayó Marcos Pérez Jiménez, así como composiciones que evocan hechos de la historia patria, permiten que el espectador se plantee una nueva interpretación del acervo nacional desde las artes plásticas.

“El trabajo con el color está asociado especialmente a su uso en los tarjetones de los procesos electorales posteriores a la dictadura. Hay un reflejo de la identidad de nuestra sociedad en la utilización de cada uno de esos tonos. La propuesta mantiene una narrativa con hechos políticos específicos protagonizados por los partidos políticos de la época: AD, Copei, URD y el Partido Comunista”, indica Apóstol.

El creador aclara que su reflexión abarca la actualidad, pero aún no completa la visión del presente. Menciona que es una meditación de procesos que continúan y que aún es muy pronto para abordar el chavismo desde la plástica: “Estos son momentos confusos en los que no hay una verdad absoluta”. Sin embargo, una de las piezas centrales es Rojo, que refleja la inundación del color del partido de gobierno en la esfera política nacional desde hace 18 años.

Las obras, cuya curaduría se hizo especialmente para Venezuela, fueron realizadas en Madrid, ciudad en la que el artista reside desde hace más de 15 años.

La curadora de la exposición, Ruth Auerbach, asegura que la visión desde el exterior permite una revisión más objetiva. “Esto es una repolitización del arte. A nuestros artistas les ha costado reflexionar sobre el contenido histórico por diversas razones, somos una especie de analfabetas políticos y desde aquí nos podemos comenzar a leer”.

Apóstol estará varias semanas en el país para participar en la exhibición Anti Ready Made, que se inaugura el 25 de junio en Espacio Monitor de Los Galpones. Luego viajará a Argentina, donde participará en un montaje con diversos grupos de creación. De regreso en España presentará una exposición en la que tratará el imaginario LGBTI, la relación que tiene con diversos procesos culturales y lo que ha emanado de estos movimientos sociales.


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