El arte puede conocerse como la práctica de algunos hombres para materializar un sentir. Para Asdrúbal Meléndez, el arte es el lenguaje que usa el ser humano para comunicar su percepción del mundo, en el que dentro de cada pintura, escultura, poesía o película existe un universo completo.

Asdrúbal Meléndez es un personaje que por muchos años se ha desenvuelto en el mundo artístico como maestro, escultor, pintor, poeta y actor. A sus 82 años, no le tiembla el pulso para tallar o plasmar en un lienzo algunos de sus tantos secretos, el canal ideal para “hablarle” al espectador.

“Si la pintura es un lenguaje para comunicar, yo la voy a impregnar de algo que se parezca al ser humano”, indicó Meléndez, quien advirtió que ese “algo” es el secreto que cada persona esconde. “Todos tenemos un secreto, por eso, mis cuadros también lo tienen”.

Una de las características del arte de Meléndez es el “movimiento virtual” que se exterioriza en sus cuadros. Alegó que su experiencia en el cine es lo que le sirve de influencia para lograr tal efecto. “Si observas bien, hay cuadros dentro de otros, es un movimiento virtual”.

Asimismo, el artista recalcó que sus obras muestran una forma particular de comunicación. “Yo lo llamo anfibología”, explicó que es una manera de hablar en la que un objeto dice algo, pero que existe algo más allá. “No me dijo ‘perro’, pero me enseñó el hueso”, dijo como ejemplo.

A través de sus obras, el pintor pretende despertar la sensibilidad escondida en la gente y puedan percibir su contenido espiritual y humano, pues considera que las personas más susceptibles son mejores amantes.

Afirmó que tal contenido es necesario para establecer el diálogo y la retroalimentación entre los ciudadanos. “Actualmente, hay un problema de diálogo y de comunicación, y el arte es la herramienta que lo facilita”.

Exposición en la Biblioteca Nacional 

Para su actual exhibición en la sala Juan Germán Roscio de la Biblioteca Nacional, en Caracas, el artista recopiló 55 cuadros de gran formato realizados entre 1980 y 2018, en los que utilizó la técnica al óleo.

La colección se divide en tres temas. El primero de ellos llamado “Partituras eróticas”, se lo dedicó a la mujer por ser “la criatura más admirable de la tierra” y para reflejar la importancia de su género en la humanidad.

Por lo general, los espectadores confunden el erotismo con la pornografía y, para Meléndez, significa algo más: “Es la imagen de amar del hombre, una actitud que no se puede definir”. Con esta materia, el pintor busca estimular el sentimiento en todas sus facultades, más que el deseo.

El segundo tema es “El Cosmos como ser vivo”, en el que el autor quiso expresar que el cosmos no es un espacio exterior, sino que se encuentra en nuestro entorno. “Si yo tengo vida y estoy en el cosmos, es el cosmos el que tiene vida. Yo soy el cosmos”.

La tercera parte de la exposición se llama “El paso de los Andes”, una ilustración subjetiva de una de las acciones independentistas más resaltantes de Simón Bolívar en el siglo XIX.

A pesar de que la guerra es un sustantivo despreciado por el actor, lo que llamó su atención para su manifiesto en los cuadros fue el valor del hombre dentro de los enfrentamientos y su impresión y vivencia en medio de la pólvora, lanzas, sangre y hasta gritos.

Este conjunto de temas diversos son el desahogo de su actor para hablar y educar al mundo sobre su visión y perspectiva en la psicología social.

La sala está abierta al público de lunes a viernes de 9:00 am a 3:00 pm y los sábados de 9:00 am a 1:00 pm.


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