Históricamente, el arte ha estado comprometido con sentimientos, movimientos e inquietudes de individuos y sociedades. Siendo un ejercicio personal e introspectivo, desde los tiempos más remotos a través del arte se ha enfrentado, criticado y cuestionado el poder.

El domingo, con cifras discutibles, en un proceso poco transparente y no avalado por buena parte de la comunidad internacional, Nicolás Maduro se reeligió como presidente de Venezuela para el período 2019-2025.

Por eso, una vez más el arte ocupará la acera contraria para seguir contando y reflejando la historia del país.

Héctor Manrique, director de teatro, asegura que como ciudadano, al igual que muchos otros, vive en el desconcierto. “Seguiré procurando hacer obras que nos ayuden a comprendernos. Siempre el rol del artista es estar en la otra acera, en cualquier gobierno. Y en un momento como este, el compromiso es seguir en el escenario llamando la atención sobre las angustias y los problemas del hombre, no los problemas políticos, sino los del hombre”, aseveró.

Xiomara Jiménez, artista plástico y antropóloga, que presenta en el Centro Cultural Chacao la muestra Precario, opina que más que nunca los artistas e intelectuales deben mantenerse creando, haciendo lo que saben hacer. “Pienso que los artistas no hemos sido llamados para la construcción del país porque, desgraciadamente, nuestra clase política es sumamente inculta. En el medio hay personajes importantes con pensamientos muy interesantes, pero nunca han sido convocados a participar en nada. Es preciso comprometerse también a realizar un llamado a los intelectuales”, afirmó Jiménez.

La gestora cultural Albe Pérez se encuentra a la cabeza de la plataforma digital Ser Voz. Para ella, la responsabilidad es ofertar cultura de la manera más democrática posible. “El domingo los venezolanos fuimos testigos de cómo no deben manejarse las diferencias naturales de una sociedad. La cultura nos permite ver y mostrar el país que podemos tener. No con la imposición de ideas, sino con la creación de un proyecto común que incorpore a todos e invite a la reflexión, a la reconciliación, a la unión y a la inclusión”, dijo Pérez.

Nadia María Moncallo, conocida como La Nadia María, considera que todos los comediantes ahora están en una encrucijada entre hacer crítica política o brindar al público la oportunidad de reírse un poco para sobrellevar la grave situación que vive el país. “La cultura ahora tiene un rol muy importante y las personas que estamos sobre el escenario debemos saber manejarlo. Hay que vivir como se vive la cultura en dictadura. Tenemos que ser más inteligentes para decir lo que pensamos sin entregarnos a la censura y más cuando los líderes del gobierno no están interesados en el desarrollo cultural”.

Para Rodolfo Izaguirre, crítico y autoridad del cine, es importante estar muy atentos con lo que ocurre alrededor para desentrañar la verdad y revelar las trampas. “El cine es la mirada más certera para entender lo que nos pasa y por ello no puede darle la espalda al país”, aduce. “Sin embargo, lo más trágico que sucede en el cine es la autocensura”.

El escritor Ricardo Ramírez Requena indica que en los últimos 20 años el rol de la literatura siempre ha sido de resistencia. “En la poesía, la palabra es una manera de expresar lo que siente la sociedad. El verso le da voz a aquello que puede estar atormentando a los individuos”, puntualizó. “Los intelectuales han proporcionado su postura ante el chavismo a través de revistas y artículos”, dijo.


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