Francia se proclamó campeona por décima vez en su historia en la Copa Davis, superando 3-2 a Bélgica en la final disputada cerca de Lille y que se decidió en el quinto y último punto, ganado por Lucas Pouille.

El número 18 del mundo se convirtió así en el héroe de los  bleus, con un contundente triunfo en tres sets (6-3, 6-1, 6-0) sobre Steve Darcis, 76º del ránking ATP y que por su efectividad en otros quintos partidos en eliminatorias de este torneo se había ganado en su país el apodo de “Mister Davis”. Pero esta vez no pudo hacer nada ante Pouille, que tranquilizó pronto a los aficionados locales, con un juego sólido, después de que el número 1 de los galos, Jo-Wilfried Tsonga (N.15) hubiera perdido en el primer partido ante el visitante David Goffin (N.7) por 7-6 (7/5), 6-3 y 6-2.

Los franceses, con esa derrota de Tsonga, desperdiciaban la primera oportunidad de conseguir el punto que les hacía campeones, después de que su victoria el sábado en el partido de dobles les hubiera dejado con un 2-1 favorable.

Finalmente el objetivo se logró en el quinto punto, a todo o nada. “No hay nada más bonito que ganar en equipo, con tus compañeros, delante de tu público, tu familia y tus amigos. Vamos a celebrar esto y a disfrutarlo al máximo”, celebró Pouille en los micrófonos de la televisión France 2 instantes después de su victoria.


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