Con dos puñaladas, una en el tórax y otra en el abdomen, hirieron a Pedro Lucas Quijada Gil, médico residente de primer año de Ginecología en el complejo hospitalario universitario Luis Razetti, en Barcelona, estado Anzoátegui.

Testigos indicaron que ayer a las 6:00 am, Quijada se trasladaba por el estacionamiento del centro asistencial cuando fue abordado por dos delincuentes que lo sometieron para despojarlo de sus pertenencias. El médico resultó herido con un arma blanca, al momento de forcejear con sus agresores.

Quijada, de 27 años de edad, fue trasladado al área de emergencia donde sus colegas determinaron que las puñaladas recibidas, no penetraron ningún órgano vital.

“Esta es la gota que derramó el vaso. ¿Cómo pueden agredir a un médico que lo que hace es cuidar de tu salud y de tu familia?”, dijo Sabrina Perdomo, vicepresidente de la Sociedad de  Médicos Internos  y Residentes del hospital.

Exigió más atención para solucionar la crisis de inseguridad. “No podemos atender a nadie si nos agreden. ¿Quieren quedarse sin médicos en la institución y en el país? ¿Cómo pueden atacar a alguien que tiene una bata blanca?”, cuestionó.

Deficiencia de Estado. En la escala de los delitos, el homicidio en Anzoátegui representa 90%, cifra que se incrementó desde 2016, una vez que el gobierno nacional tomó el control absoluto de los cuerpos policiales.

“Los casos de homicidios recabados queden impunes ante la desatención del gobierno local y los habitantes de esta parte del país han tenido que tomar la justicia por propia mano, lo que ha generado linchamientos de delincuentes en las calles como pasa en países donde no existe un sistema democrático”, destacó Alejandro Aguilera, comisario jubilado del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de la zona oriental.

Aguilera, que además lidera un grupo de profesionales de seguridad privada para locales y centros comerciales, enfatizó que las áreas más vulnerables son las salidas de colegios e institutos universitarios y los hospitales.

“El hospital universitario Luis Razetti de Barcelona recibe a pacientes de siete estados. Las denuncias sobre la actuación de delincuentes son de vieja data. El problema se ha convertido en una alarma nacional, pero que poco importa al gobierno nacional que desplazó a las policías regionales para ubicar a polinacionales y funcionarios castrenses que solo saben de orden público. El alcance de investigación queda limitado y el patrón de delitos se vuelve recurrente”, explicó.

Añadió que en la zona turística de la entidad es común observar a los policías con uniformes desgastados, calzados inapropiados, algunos sin armamento; las sedes carecen de personal administrativo por falta de recursos para la cancelación de salarios dignos y los oficiales no cuentan con unidades de transporte para efectuar recorridos en distancias cortas.

“En 2015, el director de la policía del estado era José Alexander Rivero, quien ese mismo año indicó que 100 cámaras de seguridad serían incorporadas a las 64 que ya habían sido instaladas con el sistema 911. Hoy, da vergüenza hablar de un sistema de seguridad que nunca existió”, aseveró el comisario jubilado.


Médicos protestaron por inseguridad

Médicos y enfermeros del hospital universitario Luis Razetti de Barcelona, principal centro de salud de referencia del estado Anzoátegui,  trancaron el ingreso hacia el recinto como protesta por el  ataque al médico Pedro Quijada ocurrido ayer en la mañana. Oscar Navas, presidente de la Sociedad de  Médicos Internos  y Residentes, exigió medidas de seguridad para trabajar, dado el incremento de hechos delictivos dentro del hospital, donde también son víctimas pacientes y familiares: “Tenemos ya tres semanas exigiendo condiciones mínimas para trabajar porque no las tenemos. Condiciones que nos permitan atender a nuestra gente”. Indicó que mientras reclamaban fue atacada en el estacionamiento del hospital la médico Beverly Bruzual, que fue amenazada con una pistola y la despojaron de sus pertenencias.


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