Personas con dolencias en los riñones y sus familiares expresaron su descontento y desesperación en las calles de Caracas, por la insuficiencia de insumos para asegurar los tratamientos con diálisis.

“Queremos seguir viviendo”. Con esta consigna, un grupo de manifestantes se dirigió a las cercanías del Palacio de Miraflores, en la céntrica avenida Urdaneta, y allí denunció la falta de respuesta gubernamental. Uno de los participantes en la protesta, que no quiso dar su nombre, reclamó que las máquinas para diálisis están dañadas y, en consecuencia, lleva una semana sin recibir tratamiento, por lo que su vida peligra, indicó.

El grupo se dirigió a la sede del Instituto Venezolano de Seguros Sociales, en la esquina de Altagracia, pero funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana le prohibió continuar la marcha. Los trabajadores del IVSS fueron alertados y bajaron la santamaría que protege la puerta principal del edificio.

Representantes del instituto responsable de distribuir los medicamentos de alto costo para pacientes crónicos, aceptaron recibir solo a dos de los manifestantes, quienes les expusieron el problema. Horas más tarde, salieron sin haber obtenido respuestas, mientras les gritaban “terroristas”, se informó.

Hacia el este de la ciudad, otros pacientes y sus familiares protestaron también a las puertas del hospital Domingo Luciani de El Llanito. Exigieron al gobierno que suministre los medicamentos e insumos que hacen falta para poder preservar la vida. “Estamos en manos de Dios”, dijo uno de los manifestantes.


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