Miguel Pizarro, diputado a la Asamblea Nacional, se solidarizó con la iglesia católica luego de que el día lunes  el presidente de la república, Nicolás Maduro, tildara de “diablos con sotana” al monseñor Antonio López Castillo y al obispo de San Felipe Víctor Hugo Basabe.

Pizarro recalcó que los sacerdotes hablaron de la realidad del país por lo que no se debe considerar delito “hablar de la crisis que los venezolanos sufrimos”.  “El Gobierno quiere convertir en delito la verdad”, escribió el parlamentario en su Twitter.

Durante la misa de la procesión N° 162 de la Divina Pastora en Barquisimeto, el obispo Víctor Hugo Basabe,  pidió  a la virgen librar a Venezuela de la peste de la corrupción que llevó al país a “la ruina moral, económica y social”.

Estas palabras provocaron que el presidente ordenara a la Fiscalía General de la República, al Tribunal Supremo de Justicia y a la Contraloría a “revisar” sí las palabras emitidas por el Obispo de San Felipe corresponden a “verdaderos delitos de odio que pretenden generar enfrentamientos, violencia, muerte, exclusión y  persecución».


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